Fénix 12, 183-213

184 FENIX des religiosas y colaborando con notas valiosas en diarios y revistas del Perú y Chile, anónimamente muchas veces, pero dejando siempre el rastro de su estilo inconfundible. Tan erudito historiador se convirtió en uri asceta de la cultura y del estudio. Fueron rus fuentes los archivos y bibliotecas, verdaderos laborato- rios donde encontró y ordenó el materia! precioso para su labor histórica. So- metido voluntarismerite, conio todo investigador, a la dura disciplina del mé- todo y el orden, vivió sepultado entre Iibros y papeles consagrando sus es- fuerzos a las labores especulativas. Modestia, dinamismo, memoria privilegiada, fueron las más resaltantes cualidades de ese benedictino del pensamiento, el que jamás negó dato u opi- nión alguna acerca de lo que él conocía. Cabiiel René-Moreno, figura culmi- nante de la bibliografía americana, dice al respecto: "Este catálogo debe a T o r r ~ s Saldamando consejos y noticias, particularmente en lo que mira a anó- nimos, hornónimos, nnagramas o iniciales de nombres, seudónimos y otras par- tes, sobre autores; datos excelentes todos que de seguro han contribilido ,r hacer menos numerosos y graves los errores del tomo primero. Demás que es razoriable ocuparse acerca de un escritor sustancial que no abrigó ninguna va- nidad literaria. Es rasgo que realza nobilísimamente a este hombre de estudio y de pluma: estuvo siempre listo de palabra o por escrito a regalar sin mínimo egoísmo de SU parte, t ~ d o lo que sabía y pudiera servir para que otros su- pieran y escribieran". He ahí las palabras del historiador y erudito bibliógra- fo boliviano, quien recuerda con expresiones de elogio y agradecimiento al ilustre Torres Saldamando. Su vocación histórica fué dominante y sobresalió er.tre el grupo de his- toriógrafos de fines del siglo pasado, conio González de la Rosa, Manuel de Mendiburu, José Toribio Polo, Manuel dc Odriozola, etc., que investigaron el maravilloso tesoro del pasado colonial. Torres Saldamsaildo cscribió con estilo y donosura, más sobre temas eclesiásticos que profanos; sabía y conocía mucho de la confederación jesuítica, coros metropolitanos, personas de santuario, misiones indigenales y, especiai- mente, biografías y genealogías, donde nos revela su técnica con auténtico valor histórico, conservando en la sucesión de los hechos el retrato de los personajes y aclarando muchos puntos oscuros en nuestra historia. Torres Saldarnando, que tuvo el amor por el acervo virreinal, inició la publicación de sus estudios por el año de 1879, en la "Revista Peruana" que fundó y dirigió el historiador y geógrafo daon Mariano Felipe Paz Soldán, y en la que colaboraron notables especialistas, insertando documentos valiosos y desconocidos. Lamentablemente, esta publicación dejó de editarse en junio de 1880, dándcse a luz solamente, cinco volún~enesque contienen ocho tra- bajos de nuestro autor, en los que encontramos a Torres Saldamando, despro- visto de retórica, relatándonos imparcialmente los acontecimientos, dentro del marco veraz y justo de la historia. Inicia su colaboración en el volumen 11 de la mencionada revista, págs. 513-516, con "Nuevo,- datos sobre f í fu lw de Casfilla en el Perú", que recti- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.12, 1956-1957

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