Fénix 12, 3-77

GUIA MUSICAL DEL PERU 31 Music Lovers' Encyc1opedia, compilada por Rupert Hughes, revisada y edi– tada po r D eems Taylor y Russell K er ( Garden City Publishing Co., New York, "1939 ) , la da por nacida en Londres y ofrece los siguientes datos: Contralto; d e antep asados perua nos y fr a nceses, hija de un n oble y d iplomáti co, es– tudió en el Conservatorio d e B rusel a s, gana n do los primeros p remios en canto y declamación y t ambién el Premio de la R ein a. N om b rada Cantante de la Corte d el Rey de los B el gas, es t udió ópera en Milá n y se es tren ó en R ou en, p resentán dose, co n gran éxito tambi én, en La Scal a. D ébut en Am éric a, con la M anhattan Op era Co., 1909; con la B astan Opera Co ., 191 3 ; m á s t arde, en el Co ve nt Gar den, y en 1920 con la Chic a go Opera. H a can t ado extensa mente en rec ital es . El début parisiense de M argarita de Alvarez (o d'Alvarez, como apa– rece en las publicaciones europeas y norteamericanas), tuvo lugar en la Salle Gaveau, en setiembre de 1924, a juzga r p or la crítica aparecida en "Le Monde Musical ", Nos. 19-20, de octubre de ese año, firmada por L. Humbert: Desde la primera p ági n a inscri ta en su p ro grama, el aire de Ottone de H aendel, u no pudo darse cuent a d e q ue M m e. d 'Alvarez poseía una supe rba vo z de m ezzo– contra lto, cuyas cualidades: riqueza d e timbre, fl exibilid ad, faci lidad de em isión e igualdad de registro , pare cen nat u rales. E sta cant at riz no h a ten ido ciertamente d i– ficultad a lgu na para disciplinar un órgan o en el qu e n o se p ercibe la m enor cosa de "fa– bricado", de ficticio, t an fácilmente recono cib le cu ando uno mismo ha t ra b aj ado o escuchado mucho. Con t odo, en M m e. d 'Al varez el enc anto av enta ja a l poder . . . Sigue la crítica refiriéndose a la interpretaci ón de las obras, y luego de ob– servar que la cantatriz fué más allá de sus propios medios de expresión dramát ica en un aire de Iphigé nie en Aulide, agrega que, "en revenche", e ' Menuet chanté y la serie de canciones españolas de Falla, Pedrell y otros autores, "fueron otras t ant as oca siones para admirar sin restricción alguna su gran talento". V iene luego otra observación crítica, esta vez re– ferente a la interpretación de dos de las Chansons de Bilitis, que parecen haber sido demasiado cantadas, siendo a sí que, según el ideal interp retat i– vo de su carácter, debieron ser más bien dichas. Y agrega que, en t al es interpretaciones, "son en general las cantatrices mejor favorecidas desde el punto de vista del gu sto que de la voz, las más emocionantes". Es in– teresante la observación final: No sé si la carrera teat ral h a t entado a Mme. cl'Alvarez, p ero el mo do tan v it al y pleno d e autori da d con que cantó la S eguidille y la H ab anera de Carmen a l final de su programa, deja pensar q ue ell a deberá rendir brillantem ente. Nueve, años más tarde, la misma revista parisina, en su número del 30 de noviembre de 1933, nos vuelve a poner en contacto impreso con la ad– mi rable y famosa desconocida. Esta vez firma la nota crítica M. Edouard Schneider: El arte de Mme, d 'Al varez, que domina tan manifiestamente la in teligenci a íntima de la m úsica, esculpe con p od er la figura v iv iente de la obra q UE) ex p resa. Sus medios no so n sólo v ocales, son de toda la p ersona de la grande artista, y si ellos nos ga nan en segu ida, a l evocar 1:1 sutileza de los Chants de B ilitis de un Debussy, e l esp ír itu y el estilo d e los Iieder de un R. Strauss o de un Erich Wolf, la sensibilidad de un Chausson, los vemos centellear con espl endor desde que la obra cantada requi e re el ace nto dramátic o. Cantatriz lírica Mrne, d 'Alvarez lo es de primer ord en . El m a n ant ial cálido que vibra en e lla, la vida intensa que se desborda, encuentran su expre sión natural sobre el n ivel del t eatro, en e l gra n sen – tido de la pala bra . Así, aunque acodada al piano, nos h a d.ado la im p res ión de la escena cantando co n una graci a y un b río incomp arables la S eguidilla d e Carmen, una p á gina de D a F alla, m elodías e spaño las de Schindler, T a b uyo y Chapi, En fin, dos a dmir ables c anciones negras, cuyo patetismo angustiado hace amar a los infelices tan injustamente trata dos hoy mismo. El muy bello éxit o obtenido en la Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.12, 1956-1957

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