Fénix 12, 78-141

do a sus lectores, más cuando SI? acercaba el beneficio de una joven estrella, que es !o que ahora viene a cuento: En el Coliseo de Gallos había instalado sus reales, a mediados de 1852, la Compañía Española de Malabares y Funámbulos, de la que era director, empresario, artista principal, cajero y maestro de ceremonias un señor Se- rrate, de amplio mostacho, voz de tenor y avasalladora elocuencia. A su lado, compartía el peso del trabajo su opulenta esposa, mas las aplausos eran só- lo para "la joven Catalana", Conchita, la hija, para cuya función extraordina- ria de beneficio se prometían, entre otros númercs, el del alambre flojo, que incluía el juego de las banderas, la suerte del plato, el huevo y el vaso, y las difíciles evoluciones de las bolas y las copas: Esta enumeración justifica que el cronista asegure que "esta graciosa espaiiola está llena, además, de se- ducción y de atractivos". En el programa figura, a continuación, el espectácu- lo de los palitos incendiados para seguir con el volteo general, elasticidades, dislocaciones, vueltas de pecho, saltcs en el aire y rápidos fi'nfi¿ines. . . . Y como si fuera poco, el baile de la cachucha, interpretado por la beneficiada, y el Minué afandangado, destinado al lucimiento de la señora Montenegro de Se- rrate y del señor Director de la Compañía que, para terminar, atenderían las exigencias del público bailando unas bolhoras del frípili. . . Para dístinguir tan señalado acontecimiento, el 5 de junio del año ya citado, "El Intérprete" daba cabida a !os siguientes versos: A LA SEÑORITA CQNCEPCION SERRATE (La joven Catalana) Brindando gracia, juventud y encanto El sendero recorres de la vida; Bella como !a gloria prometida, Pura como el aroma de la flor. Si giras como ondina vaporosa Que cn el azul del mar se cristaliza, El mundo sus misterios armoniza En una dulce sensación de amor. Ajil como pintada mariposa Que en leve vuelo hasta el pensil se lanza, Tal te ostentas, hermosa, si en la danza Aplausos buscas con feliz afán Y un pueblo todo entusiasmado entonces Rinde ovación á la sin par artista Que nuevos lauros para sí conquista Y que jamás, jamás se agostarán. Sílfide secluctora! Que tu pecho Nunca la angustia devorante oprima, Y los aplausos que alcanzaste en Lima Eternos siempre en tu memoria estén. Que si más g!oria y esp!endor pudiera En esta noche darte el pueblo todo La aureola del ánjel te ofreciera A tí que eres la brisa del Edén. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.12, 1956-1957

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