Fénix 12, 78-141
FENIX CAPITULO I ALGO DE HISTORIA Bajo la dominacion del rey de España 6 indias D. F e i i ~ e IV erirró á Lima, docáo fué recibido con gran aparato y pompa, D. Diego Fernandez de CGrdova, Marques de Gua- dalcazar, nombrado Virey del Perú. Esto era por los años de 1622. E l Virey unía á una elevada intelijencia un corazori resuelto y generoso. Su rostro aunque nada tenia de la belleza varonil era, no obstante, simphtico. Varias veces se puso en pugna con el Tribunal del Santo Oficio, rechazando esos terribles autos de fé en que la plazuela de Otero, venia 6 ser eI .teatro Eoiide se ejecutaba una sangrienta farsa, escrita por el fanatismo y aplaudida por la su-persticion ó ignorancia de la multitud. Entónces en un pueblo sencillo se encontraban brujas porque era pr2ciso encoctrar- las y hoy jcosa rara! en que si no estamos corrompidos, no podemos ili^rn-n-;r;:ls ~r:cil!os, ya tendria trabajo para toda su existencia quien se propusiese buscarias. Y es que á los pueblos nacientes es fácil enganarlos y espec-cilar con sus se1itirnie:i- tos, porque esas saciedades creen y esperan. Hoy se pierde la esperanza y con ella la fé. E l Marques de Guadalcazar nunca miró con impasibilidad el racriíicio de sus se- mejantes y cuando no podia salvar cie la hoguera á las víctimas, escusaba por lo ménos presenciar su agonía. [21 Queria inspirar en el pueblo el sentimiento relijioso por medio de 1s caridad, alma del cristianismo; así es que no era estraño eccontrar los sábados invadidos los patios del palacio por una tropa de mendigos. La fábrica de templos también llamó su atención, tanto que la Catedral de Lima se estrenó el MiGrcoles de Ceniza de 1623, gracias 6 sus esfuerzos y actividad; por lo que mereció un elojio de su Santidad Gregorio XV. Ordenes reales le obligaron á prohibir el uso del maiito 6 las líndas hijas del Rimac, vegororos serafines de amor que con solo una mirada llena de voluptuosidaci y vida, en- cienden una hoguera en el corazon. No seré yó, encantadora limeña, quien critique ese oscuro manto a1 traves del cual puede adivinarse un cuello: no temais que mi pluma niegue el raudal de poesía que envian al alma vuestros hechiceros ojos. Raro prurito de iejislar que no respeta ni el tocrdor del hallo sexo! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los hombres del siglo XVII especulaban con !os vicios ó ridiculeces de su siglo ni mas ni ménos que los del XIX. No calumniemos al siglo en que vivimos ni al siglo en que vivieron riuestros padres: por que esto seria esyecular calumniando; aplicar un hierro czndente en !a faz de la hu- manidad. "Antony, hijo de una fantasía calenturienta "ao es el corazon del hombre tal como la Divinidad lo formó; tal como quiso que f ~e r a . " [31 Esto decia en 1851 Luis Mariano de Larra (hijo del malogrado Figaro) E l siglo XVII fué mas ignorante que vicioso. E l siglo XIX es mas digno de compasion que criminal; porque su juventud se deja arrastrar de la moda. Hoy es moda el catolícismo de Balmes; por la noche lo serán Tribo.ulet, Hernani, Ruy Blas, Lucrecia Borjia. No escupamos sobre la humanidad. No la afrontemos sus faltas. No la calumniemos. iY casi siempre es la juventud la que desempeña esta tarea de reprobacion! Mas vendrá un Cristo que asida de la mano la guiaró: Hacia la luz. Hacia la verdad. Hacia el porvenir. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (*) La cubierta del folleto en que apareció publicada reza asi: L 1 D A / ROMANCE HISTORICO 1 Escrito para Folleti~idel MENSAGERO / POR / Manuel Ricardo Palma / Lima - Imprenta del "Mensagero." j 1853. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.12, 1956-1957
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx