Fénix 14, 110-117

UNA OBRA DE LEVINUS APOLLONIUS 115 "gador de la divina ira no hubiese bañado, después que hubiese fallecido muy "miserablemente en el suplicio abominable de su muerte, su crueldad tan fue- "ra de medida."(') El libro V y último de la Crónica de Apollonius está enteramente dedi- cado a la descripción de la misión pacificadora del Presidente La Gasca en el Perú, después de la rebelión de Gonzalo Pizarro y de Centeno. Describe como La Gasca trató hacer de Pizarro su aliado. Pero el tirano no accede y, des- pués de un levantamiento de armas, sor, capturados y condenados a suplicio Pizarro y Centeno, como lo fue también Carvajal, terminando la misión del Presidente, el cual se vuelve a España donde recibe como premio de sus ser- vicios, la función presidencial en la ciudad de Palencia. La obra concluye, insistiendo algo sobre lo dicho. Visto el misterio y las dudas relativos a la personalidad del Cronista, era natural que buscase si hay otras posibilidades explicativas de ella, que las hipótesis desprovistas de pruebas, propuestas por sus biógrafos. Pero, el hilo tenue que proponemos debería ser controlado o reforzado por averiguacio- nes ulteriores. Lo que vamos a escribir aquí fúndase sin embargo, en hechos controlables. Es el nombre de Palencia, mencionado, parece con intención, al final del libro 'Sr que nos ha conducido a leer la CrOnica del Palentino,, publicada 4 años después de la presente edición de la obra de Apollonius, es decir, en 1571(2). El palentino, como sabemos, tenía por nombre Diego Fernández. Parte notable de su Crónica, describe la pacificación del Presidente La Gasca, narra también la vida aventurera y los hechos de un varón llamado Francisco Wernández. El. cronista publica algunas cartas de este personaje, lo que prueba que el primero tenía con él relaciones ((quizás de parentela?) y que el se- gundo sabía escribir. Que los nombres de Hernández y Fernández fuesen idénticos parece ser probado por el hecho de que López de Gómara, hablando en sus Crónicas del mismo personaje (como lo certifica la identidad de los hechos relatados), escribe Francisco Fe r nánde~(~) y le llama también Francisco Fernández de (1) "Horno certé supra fidem bellicosus, et supra humanae naturae vires fortis, "ad octogesimum annum provectus erat, tamen, rara senectus, vulgari ingra- <'vescentis actatis torpore, nec iuvenile rugosi corporis robur, nec florentem "gravis animi vigorem infregerat aut labefactarat: statura erat mediocri, sic ''tamen u t teroso habitu apprimé nervosi ac validi corporis vigorem exprime- "ret fatigato aut humus aut sedile cubito caput inclinans tenenti cubile e r a t "EC semper tempora somni quam noctis arcticra transigebat. Sed has laude "dignas corporis dotes ex communi militarium virorum contagio, quos omniun scelerum quotidiana tractati in omnem licentiarn efferare solet, teterrima ne- 6'quissimi ingenii vicia conspurcabant. Nam quantum corpore insignis, fortis, to- "leransque videbatur tmtum animo erat vehemens, ebrius et supra omnem modum "crudelis, snepo omnis rnisericordiae expers, frequenter ad voluptatem nulla aut "exigua de caussa, quem liberet, ad necem raptari atque abstrahi iubens, ita "ut demum non sera divinae irae vindicta tantae imman:tatis truculentiam "postea foedissimae necis supplicio miserabiliter extinctus perluerit" ( 2 ) Diego Fernández (El Palentino): Primera y Segunda parte de la historia del Perú. Sevilla, Hernández Díaz, 1571, Lib. 11, cap. LIX, LX. (3) F. López de Gómara: Historia de las Indias, Cap. CLXV, CLXXXIV, CLXXXV. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.14, 1964

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