Fénix 14, 147-249

M S ESTUDIOS DE CflAVIN 173 sobre Chavin aparecen notablemente sintetizadasii. Ciomparando las des- cripciones contenidas en EI Perú con lo dicho en sus Libretas de viaje, en- contramos que introdujo cierto cambio de estilo y nuevas deducciones que no se observan en su Diario de viajeis. En 1865, Raimondi estudiaba las rui- nas de Tiahuanaco y, de aquel entonces, debe de datar sus comparaciones entre Chavín y Tiahuanaco7". Lo sustancial en sus ideas respecto a las rui- nas de Chavín no cambió a través de sus diferentes escritos. LA "ESTELA RAIMONDI" Y EL "LANZON MONOLITICO". Con las observaciones de Raimondi, los monumentos de Chavin comien- zan a adquirir su merecida fama. Nadie hasta entonces se había ocupado -ni el mismo Rivero- con la detención ni la seriedad científica que manl- festó el sabio italiano. Fue principalmente el descubrimiento del famoso monolito, que en ho- nor suyo lleva hoy el nombre del sabio, la causa de la atención profesada en adelante al yacimiento en donde se le había encontrado. Esta pieza, que constituye el mayor exponente del arte lítico de ChavTn, estaba, cuando Raimondi la conoció, en poder de don Timoteo Espinosa. A gestiones del sabio italiano fue trasladada, a fines dcl pasado siglo, a la capital, donde la estudiaron, estudian y estudiarán viajeros y arqueólogos. La Estela Rai- rnondi es una piedra labrada que inide según su descubridor, 1.88m. de largo por 0.70 de ancho y 0.15 de grosor". Los grabados que aparecen sobre una de sus caras han sido y siguen siendo objeto de estudios e interpretaciones. Raimondi tuvo la impresión de que la presencia de las muchas culebras y el aspecto siniestro de este personaje, indicaban que aquel que esculpió esta piedra, tenía la idea de representar el genio del mal ("~upay")~'.Este con- cepto del genia del mal ha sido repetido incesantemente, aún cuando Polo trató, más tarde, de demostrar la falsedad de esta suposiciónh2. Todavía en nuestros días hay legos y estudiosos en la materia que lo aceptans3. En su respectivo lugar veremos las opiniones del Dr. Uhle y otros respecto a los personajes representados en esta ponderada obra de arte. También el llamdo Lanzón monatítico, fue dado a conocer por primer3 vez por Raimondi. Al recorrer los sótanos de Chavín, tropezó con esta for- 77 Rairnondi, 1874-1913, t . 1, 153-4. 78 Raimondi, 1900, pp. 271-312. 79 Raimondi, 1874-1913, t. 1, pp. 153-54. 80 Polo (1899-1900, p. 195) difiere en las medidas acotadas por Raimondi, y nos da como resultado: 1.95 de largo, 0.73 de ancho arriba; 0 . 76 abajo y 0 . 74 al centro; es- pesor O . 17 cm.; y alto del relieve S milímetros. 81 Raimondi, 1874-1913, t. 1. p. 215. 82 Polo, 1899, 263-264. 83 Soriano, 1942, fig. 4 . p . 476. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.14, 1964

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