Fénix 14, 147-249
c'lLan~Ón",como puede comprobarse al comparársele con las fotografías refe- ridas y, aún, con la magnífica réplica -aunque también maculada en parte- mandada sacar a iniciativa del propio Dr. Tello para el iUuseo Nacional de Antropología y Arqueologia, dcspués de su Último viaje a Chavín realizado eri 1941 '19. DESCONCERTANTES DIBUJOS DE "HXJACOS" PROCEDENTES DE CHAV1N.- PROBLEMAS DE LA CERAMICA CHAV1NA.- Además de los interesantes dibujos del "puente lítico", del "lanzón mo- nolítico", de mapas, planos y otros diseños más que Wiener ofrece sobre las ruinas de Chavín, debe mencionarse algunos desconcertantes dibujos de "huacos" señalados como procedentes de "Chavín de Iluantar". Nos referi- mos a las dos vistas en las que aparecen, respectivamente, dos piezas de cerá- mica que se dice son de Chavín. En realidad, nada de particular debería tener la existencia de huacos procedentes de Chavín, en un país como el nuestro donde tanto abundan restos de alfarería precolombina. Sin embargo, sabido es que por un curioso designio, y no obstante el gran esfuerzo desplegado en este sentido por varios antropólogos, no se ha podido hasta la fecha hallar más que un puñado de tiestos de tipo Chavín, imposibles de consolidar, en el yacimiento mismo de Chavín de Huantar ""O Son estos fragmentos, en efec- to, los únicos que han sido encontrados en el yacimiento mismo de Chavín de Huantar, y que corresponden, por su estilo, a lo que se llama Chavín. La cerámica que se reproduce como "Chavín" y que se difunde tanto a través de textos escolares, hasta poderla ahora identificar fácilmente la mayoría de las personas -sin poseer necesariamente conocimientos arqueológicos-, pro- viene de huacos encontrados en la región de la costa (Valle de Chicama, en especial). Esta se denomina Chavín, por su parecido estilístico con los gra- bados del arte lítico de Chavín de Nuantar, pero está muy distanciada geográficamente en cuanto al lugar donde se la encuentra. Insistimos que en el área comprendida por las ruinas de Chavín, no se ha encon- trado más que los fragmentos descubiertos por el Dr. Bennett, y en 10s alre- dedores testimonios alfareros de otras culturas que se dieron en el lugar pos- riormente. Verdad es que, últimamente, como nos manifiesta el señor Marino González, le ha cabido la suerte de hallar algunos huacos enteros de estilo Chavín (1954) en las inmediaciones de las ruinas, pero estos son de tipo uti- litario y por lo mismo sin decoración. Aún así, las piezas de alfarería pre- sentadas por González, son de interés desde que en general, todo tipo de cerj- mica es relativamente escaso en Chavín12'. - 119 Tello, 1923, lám. 111. 120 Bennett, 1944; 1946 pp. 85-91, figs. 2 y 3 . 121 Durante nuestra visib a Chavín en Agosto de 1954, hemos tropezado frecuen- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.14, 1964
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx