Fénix 14, 147-249

LOS ESTUDIOS DE CHAVIN 183 Las dos parejas de huacos, "procedentes de Chavín de Huantar", que registra la obra de Wiener, también están muy distantes de presentar las ca- racterísticas de la cerámica Chavín ("estilo"). Observan semejanzas, más bien, con la alfarería que suele encontrarse en el Callejón de Huaylas. Sin embargo, no es imposible que el señor Wiener adquiriese estas piezas de alfa- rería de los habitantes del pueblo de Chavín, tal vez hasta sacadas de los al- rededores, y que por ello, tal vez, las creyó relacionadas con las ruinas de Chavín, distantes sólo unos pasos del poblado actual. Pero, lo que si pa- lece inadmisible, es que esos huacos hayan sido extraídos por el viajero fran- cés, o por otra persona, entre los escombros de Chavín de Huantar. Pero más desconcertante aun que las dos parejas de ceramios que Wiener menciona como "provenientes de Chavín de Huántar", estudiadas hasta el momento, es, sin duda alguna, el huaco de una tercera figura que nos ofrece el mismo autor, considerándola asimismo, como procedente de "Chavín de Wuantar""? Se trata de un dibujo pequeño, que representa un huaco muy característico de los valles de la costa norte, similar a muchos encontrados en el valle de Chicama, con modalidades de Mochica Inicial, y calificado por el Dr. Tello como cerámica de estilo ChavínlZ3.No nos explicamos bien a qué se debe este curioso acierto de Wiener, pero ES de suponer que al designar esta pieza de cerámica como proveniente de Chavín de Huantar, Wiener no se basaba en los rasgos estilísticos que presenta esta pieza, sino seguramente, debido a que consideró esta pieza, erróneamente, como procedente de las rui- nas de Chavín. JOSE MARIANO MACEDO Nació el Dr. J . M. Macedo en la localidad de Ayaviri (Puno) . No obstante que su profesión fue la carrera de medicina, Macedo tenía una gran afición por Ias antigüedades peruanas. Con el tiempo llegó a reunir una mag- nífica colección, quien sabe si la más valiosa que ha existido en nuestro país en manos de un particular durante todo el siglo XIX. Ciertos contratiempos motivaron que Macedo se desprendiera de sus ob- temente con fragmentos de cerámica asociados a las ruinas. Sin embargo, ninguno de estos tiestos, era 'hegro" ni "inciso". (Nos refiere el Ing9 Segura, que fue uno de nues- tros compañeros de viaje, que él sí logró encontrar un único fragmento con Las caracte- rfsticas aludidas (negro-inciso), sacado del corte que se hizo para la construcción de la carretera, que pasa rosando la esquina de uno de los edificios pertenecientes a las ruinas. Tello aím no ha dado a publicidad sus hallazgos de cerámica Chavín, pero los mencionn en varias obras). Con posterioridad a 1954, fueron identificados muchos fi-agmentos in- cisos en el área que comprenden los mismos de Chavín (Oct. 1964). 122 Wiener, 1880, p. 605. 123 Tello, 1921, p . 27; (1929, figs. 69 y 7 0 ) . Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.14, 1964

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