Fénix 14, 147-249

154 FENIX en el cap. LXXXII de la obra mencionada, corresponden o nÓ a los que se presentan en Chavín de Huantar. Es factible que tanto Rivero" Raimondi4, Wiener", Middendorf6 y otros estudiosos más de Chavín, conocieran perfectamente aquella descripción de Cieza, mas, al encontrar oscura su identificacion cautelosan~entedebierori ribstenerse de citarla como una referencia antigua a los monumentos de Chavín de Huantar. El primero en referirse a esta descripción y reprodu- cirla en extracto, fue don Sebastián Lorente; sin embargo, Lorente, conside- raba que era una referencia a Pumacayán y no a Chavín7. Parece que fue el doctor J. T. Polo el primero en atribuir la descripción referida a las rui- nas de Chavín. Al publicar por primera vez su erudito estudio titulado "La piedra de Chavín", que viera la luz en las páginas de la "Revista Americana" entre 1891 y 92, aún no hace alusión alguna a ella; pero, en la segunda edición de este artículo (7 años después), la transcribe en la segunda de sus cinco sustanciosas notas que no aparecen en la edición anterior y que ahora sumaba a su monografía en vía de apéndice" Si bien Polo copia íntegra- mente la versión de Cieza sobre la misteriosa "antigualla" y la atribuye a Chavln, no ofrece, sin embargo, ninguna explicación que aclare el por qué la consideraba como una descripción de las mencionadas ruinas; ello -como vimos- no concuerda con la alusion que aparece en la obra de Cieza, en la que se expresa que se trata de un monumento en Huaraz. Creemos que Polo, con justicia, vislumbró que la descripcion coincidía con las características que presentan las ruinas de Chavín intuyendo una posible transposición de Huaraz por Huari; posibilidad ésta que, en caso de probarse, solucionaría definitivamente el problema. En efecto, la antigua ciudad de Huari ddl Rey está a una jornada distante de las ruinas de Chavín y, lo que es concluyente, queda, también, aproximadamente a 8 leguas de distancia de Piscobamba, medida que ofrece Cicza. Huaraz, en cambio, esttí mucho más lejos de Pis- cobamba, por lo que las 8 leguas que Cieza indicaba entre Piscobamba y "G~~araz", parece corresponda-, efectivamente, a Piscobamba-Huari y no a Piscobamba-Huaraz. ¿Hubo acaso una confusión en Cieza entre los voca- blos Huaras y Huari? No sería, en efecto, imposible una equivocación, aten- diendo a que ambas toponimias, escritas antiguamente "Guaraz" y "Guare", respectivamente, presentan una semejanza estrecha. El hecho de hallarse además estas dos poblaciones relativamente cercanas, pudo haber contri- buído aun más a una posible transposición entre ambas toponimias. No seria demás una revisión de los manuscritos originales que sirvieron a la edición de ia CrBnica General o las notas de viaje que tomaba Cieza en sus recorridos -si es que existieran naturalmente-; pueda que en estos cons- tara, efectivamente, "Guare" por "Guaraz", con lo que el pioblems sobre la Rivero, 1857, pp. 70-74. Raimondi, 1873, pp. 210-217. Wiener, 1880, pp. 196-204;574-575, etc. 6 Middendorf, 1893-95, t . 111, pp. 88-104. 7 Lorente, 1860, p. 103. 8 Polo, 1899-1900, pp. 276-278 ("Nota 29"). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.14, 1964

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