Fénix 14, 147-249

LOS ESTUDIOS DE CHAVIN 155 identificación de las ruinas de Chavin con la antigualla descrita por Cieza en el capítulo LXXXII, quedaría para siempre resueltoR. Sintetizando las dos tesis, la que adjudica a Chavín la referida descrip- ción de Cieza y la que la rechaza, atribuyéndola como referencia a las ruinas de Pumacayán, tenemos, en primer lugar, que la última tendencia se apoya: 1") en la no mención de la toponimia Chavin; 2") en que la anti- gualla es descrita como situada en las inmediaciones de IEuaraz, y 3") en la afirmación de que la descripción no corresponde a las características que ofrecen las ruinas de Chavín, mas si a las que presentan los vestigios de Pumacayán. La otra tesis, que pretende adjudicar a Chavin la descripción de Cieza es, como ya dijéramos, una suposición que nunca ha sido íunda- mentada. A continuación presentaremos, en síntesis, algunas pruebas, a las que hemos aludido ya, y que contienen razonamientos respaldadas en un análisis que nos llevan a inclinarnos en favor de esta segunda suposición. Son éstas : 1") Supuesto de una frarrsposición; entre la taponimia "Guaraz" y "Gua- re" (Huari.)-Esto está justificado por la articulación parecida entre ambos vocablos y la cercanía en qile se encuentran ambas poblcicimes. 2") Incon&uencias en ras distancias indicadas por Cieza.-Así, Ciezn afirma que de Piscobamba pasó a Huaraz, a "8 leguas" de distancia. Como se puede apreciar en el diseño adjunto esta distancia corresponde aproxirna- damente a la que se recorre de Piscobamba a Huari, mas no al recorrido de Piscobamba a Huaraz, que es de mucho mayor distancia. 3") El paso por Pincos puede representar otra prueba importante aun- que no definitiva.-En efecto, despues de mencionar Cieza la toponimia Hua- raz y de describir la "antigualla", nos dice que pasó a Pincos. Esto quiere decir que de Piscobamba se habría dirigido a Huaraz, para luego atravesar nuevamente la Cordillera Nevada y dirigirse a Pincos (antigua provincia y tribu que se encuentra ubicada en la margen derecha del río Mosna, exten- diéndose hasta el Marañón), y en cuyo trayecto habría conocido las ruinas de Chavín. Esta ruta (Huaraz-Pincos) llevaba por un camino secundario que, cerca de San Marcos, empalmaba con el gran ramal que atravesaba de norte a sur el territorio de los Conchucos y el que juntándose finalmente con uno igual - q u e pasaba por el Callejón de Huaylas- cerca ya de Huánuco Vie- jo, formaba la gran vla incaica que unía por encima de los Ancles Quito con el Cuzco. El camino secundario aludido, se desviaba d d camina ancho que venía del Callejón con dirección a Huánuco Viejo; Cieza, cuya próxima etapa de viaje era justamente Huánuco Rejo, si realmente se hubiese en- contrado en "Huaraz" no hubiese tenido necesidad de abündotlar el buen camino real para dirigirse por el sendero que conducía por Pincos a Muá- nuco Viejo, y hubiera escogido, prudentemente, el más cómodo y nias trari- 9 Esta suposición ha llevado a que un estudioso afirmara Últimamente [Carríón, 1948, p . (99)l d a n d o por resuelto el problema-, que, Cieza, al pasar en 1548 por Cha- vín, "desiganaba a estas ruinas con e1 nombre de "Huari". Confiamos en que esto se deba a un error de imprenta, ¿o es tal vez un acto fallido?. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.14, 1964

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