Fénix 14, 3-95
FENM chez por Lelia Fernández. Era evidente que el tema policial de El Comi- saria del Sexto influía dramáticamente en el estreno. Con todo, la zarzuela se representó catorce veces. Y este éxito alentó a Valle-Riestra a insistir en el genero tan caro a los públicos de entonces. La zarzuela El Cigarrera de Huacho, inspirada en una de las Tradiciones Peruanas de Ricardo Pal- ma, y la opereta La Perricholi (al parecer ninguna de las dos estrenadas), así lo demuestran. Pero Valle-Riestra era un músico de más altos ideales. Otra ópera, Afahualpa - de la que sólo llegó a terminar el primer acto -, y sus hermosas producciones en el género religioso, dejaron prueba del elevado espíritu artístico de este compositor. Sin embargo, creador más meditativo que expansivo, controiado siempre por una severa autocrítica. Valle-Riestra dejó una producción más bien breve, aunque invariable- mente selecta. Su orientación, por completo ajena a las inquietudes reno- vadoras que tan alto habían elevado a sus ex-condicípulos de París, se limitó a los procedimientos de una ortodoxia cómoda; pero aun dentro de esos moldes, que, por lo demás, habían sido expléndidamente ilustrados por músicos como Meyerbeer, Yerdi y Gcunod - para citar a algunos d t su marcada preferencia -, él supo encontrar medios comunicativos felices, revestidos con un arte de orquestador que fué sin duda uno de sus me- jores títulos. Su Misa de Requiern consagrada a la memoria del general Juan Antonio Pezet, se considera como su obra de más elevado mérito artístico y de una inspiración que no ha sido en su género superada en nues- tro medio. Asimismo, sus finísimos Lieder y algunos poemas sinfónicos de romántica efusión, contribuyen a fijar su personalidad creadora en alto nivel. Valle-Riestra, después de haber pasado sus mejores años en la pe- numbra propia de un medio estrecho, hubo de vivir los últimos en la obs- curidad absoluta, pues murió ciego. Inútil fue un viaje a los Estados Uni- dos en busca de la luz necesaria para sus días postreros. La sociedad de Lima lo rodeó amorosamente. Y 61 sufrió su destino con ejemplar dignidad. La fineza de su espíritu era, por lo demás, fiel reflejo de su naturaleza de hombre de alcurnia, delicado, sobrio, de elegantes maneras señoriales. Por eso gozaba de unánime respeto y su muerte fue sinceramente lamen- tada. El Estado le hizo rendir honores oficiales. Y las salvas de aplausos que lo hicieron estremecerse de emoción cinco años antes, eran ahora de cañones. Bajó a la tumba con el título del Único cargo musical que tuvo en vida: Sub-Director de la Academia Nacional de Música y Declamación. VEGA, Fray Pedro de - "En la doctrina de Cochangara (Valle de Jauja) fue cura muchos años el Padre Fray Pedro de Vega, hijo del Real Conuento de San Pablo de Seuilla. Fue gran cantor, y enfeñó a sus feligrezes el Canto, paraque fe ocupaffen en alabanzas Diuinas, y es cierto cofa, que 'a'dpira u'er Ea deftreza, que tienen en efta parte los Yndios de todo el Valle, porque ay dellos Capillas excelentiffimas de muficos, y cantores, que no tienen que embidiar alos mejores que el Mundo admira en varias Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.14, 1964
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx