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de lo rcducido de nuestro mercado de libros en general, como corisecuencia de las dificultades con que tropiezan los libros para su distribución por las barrcras aduanales, el alto costo del correo, los divcrsos tipos de moneda, el alto costo de la imprenta, etc. Por todo ello, las ediciones son reducidas, lo que eleva aún más su costo; siendo el término medio de la edición de libros, en Cuba, por ejemplo, el de quinientos ejemplares en las ediciones corrientes. Otra modalidad que ha producido el alto costo de la edición de libros y folletos en a América Latina, es el aumento que se nota en los últimos años de las ediciones minieografiadas o por otros procedimientos similares, no so- lamente utilizadas por los particuiares, sino también por los gobiernos, aca- demias e instituciones, en las que se recogen gran número de informes, memo- rias y trabajos científicos, en algunos casos de gran valor, que no encuen- tran la posibilidad de otra forma para darse a conocer y llegar n las manos de los especialistas y los anaqueles de las bibliotecas. Todas estas ediciones son difíciles de consultar al bibliógrafo y en muchos casos tiene que recurrir al autor de las mismas o a las instituciones de que emanan. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.15, 1965