Fénix 15, 127-170

136 FENIX primer lugar las dificultades experimentadas al no lograrse un aprovisionamien- to regular y a menor costo del papel obra, dustración y biblia. Hasta el mes de julio de 1957 el papel obra se importó al Cipo de cambio oficial, que en los últimos años ha variado entre los $7,50 m/n. y $18 m/n. por dólar. Los be- neficios de este cambio favorable estaban limitados, sin embargo, de hecho, por r": establecimiento de cupos que en ningún momento satisfacieron las ne- cesidades reales de los editoriales y usuarios, no sólo por lo exiguo de las asig- naciones, sino también por lo irregular de su distribución. E n ocasiones faltó el papel por períodos prdongados, circunstancia que dio margen a es- peculaciones y ericarecimientos excesivos. A partir de la fecha ya indicada la importación del papel obra y otros tipos utilizados en la impresión de libros -que como se sabe entran libres de derechos aduaneros y con rayas de agua para garantizar su utilización en libros- fue llevada al mercado libre ($40 a $ 43 por dólar), exigiéndose a la vez, como para toda otra importación, u11 depOsito previo del 100~o . Pocas empresas han podido i~nportarpapel en estas condiciones. Los editores de libros y revistas realizaron empeñosas gestiones ante las autoridades nacionales, procurando obtener un tipo de cambio más favorable, por lo menos simi'lar al que en la actualidad se asigna a diarios y periódicos. Como resultado de estas gestiones se obtuvo a fines de1 mes de abril del corriente año una resolución favorable por Fia cual se disponía el otorgamiento automático de permisos de importación, a un tipo de cambio constituído por el 60% al mercado oficial y e1 40 por ciento restante al tipo de mercado libre. Lamentablemente esta disposición que hubiera abaratado considerablemente cl papel importado ha sido suspendida en su apiicación por el nuevo gobierno, que e s t ~~ d i a l modificación de las normas generales de importación y exportación. La industria papelera nacionai, con una pro- ducción deficitaria, solo puedc ofrecer a1 consumo editorial un escaso reper- torio de papeles que están muy lejos de satisfacer exigencias de precio y ca- lidad, por lo cual la irnportacidn seguirá siendo la fuente m& importante de abastecimiento de papel. Tampoco ha encontrado hasta el momento una so- lución adecuada al problema que supone el aprovisionamiento de telas pa- ra la encuadernación, artículo de muy escasa producci6n en el país, así como los diversos elementos del fotograbado. Maquinarias gráficas: los talleres gráficos argentinos, en su casi totali- dad, están trabajando con maquinaria anticuada, que tiene ya más de veinte años de uso. Pocos talleres han podido incorporar algunas de ';as muchas in- novaciones quc se han producido después de la guerra, ya sea en lo que res- pecta a la composición, impresión y encuadernación. Lo mismo podemos afir- mar respecto de los talieres de grabados. Todas estas circunstancias hacen que el costo de la produccih sea elevado y excesivamente costoso. Esta cir- cunstancia sólo encontrará remedio en una rápida modernización de equipos, particularmente en la e t a p ~de encuadernación, cuyo proceso actual es deci- didamente anacrónico. Propiedad intelectual: en la actualidad también encuentra la indus- tria algunas dificultades con respecto del régimen de la propiedad intelectual Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.15, 1965

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