Fénix 15, 127-170
144 FENIX el cual, después de diez años de haberse realizado cl último censo, no ha me- jorado en relación al aumento estimativo dc la población '. Es de suponer, pues, que aproximaaamente dos tercios de la población guatemalteca no tie- nen interés por los libros y otros impresos a no ser "para envolver, a menos que tengan ilustraciones.. . " ' El analfabetismo predomina entre los indíge- nas, personas que para sus relaciones sociales y l a expresión de su pensamien- to emplean tres idiomas mayoritarios (quiché, calrchiquél y kekchí) y algo de espaaol que es ia lengua oficial. E1 mercado del libro contaría, en el mejor de los casos, con la pobla- ción a:fabeta de no más de cuatro áreas urbanas, particularmente la capital. Aún así, habría que tener en cuenta que el ingreso anual de una persona es aproximadamente de (2. 200.00, si se hace una distribución uniforme del pro- ducto nacional bruto (Q. 674.3 millones en 1960 ? Si así fuera, el guatemal- teco dispondría de cincuenta centavos diarios para cubrir sus necesidades básicas. En realidad, existe la relación de 3 a 1 entre el ingreso monetario del ladino y del indígena. Por múltiples razones, es posible que el comprador de libros provenga del grupo étnico "ladino" cuya cultura predomina (aparente- mente) sobre la del indígena, y aunque este posible comprador viva dentro de una dependencia económica agobiante (S56 dependientes por cada 1000 en edad productiva) ', todavía dispone de tiempo para la lectura. Veamos qué por- centaje de sus ingresos destinaban 776 familias hace diez años y en condicio- nes económicas distintas El ingreso de estas familias fluctuaba en los lí- mites de menos de 500 y más de 5,000 quetzales. De todos los ingresos, treinta quetzales se destinaban a gastos de educación y a la compra de libro. Once (36.8%) de estos treinta se destinaban exclusivamente para comprar libros, incluyéndose también a las revistas y otros impresos. El estudio no llegó has- t a comprobar la procedencia de ese material de lectura, pero es de suponer que, aun tratándose de libros escolares, una mayoría era de procedencia ex- tranjera. El gasto dispuesto para cubrir esta necesidad estaba en relación creciente con los ingresos: a mas ingresos correspondía más libros, revistas y diarios comprados. Es posible que las bibliotecas del país sean las mejores compradoras, pero aun cuando lo fueran su poder de compra es limitado. De las 45 bibXo- tecas de que se tiene noticia (16 en la ciudad capital y 19 en los departamen- tos) son muy pocos, particularmente las capitalinas, las que disponen de par- 4 Estimación para 1960: 3.765.000 habitantes. 5 Tax, Sol, "La visión del mundo y las relaciones sociales en Guatemala", en Seminario de Integración Social Guatemalteca, Cultura Indígena de Guatemala, ensayos de entropobgia social (Gu~"emala,19591, 130 6 Banco de Guakemalri, Gasto a producto nacional bruto a precios corrientes ( 1962 ; Scminario Nacional sobre Problemas de la Educación Guatemalteca. lro., Gua- temala, 1961, Consideraciones acerca de algunos problemas rellacionados con la educa- ción en Guatemala, Doc. Trabajo 17/VII (Guatemala: Ministerio de Educación Pública; Servicio Cooperativo Interamericano de Educación, 1961 ) , 1 . 7 Arias, Op. cit. 12. Y Arias B. ~ o r &"Estudio scbre 18s condiciones de vida de 776 familias en 10 ciudades, 1952-53", Eoietín Mensual de la Dirección General de Esrtadística, NQ 3-4 (Marzo-Abril, 19571, 129. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.15, 1965
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