Fénix 15, 127-170

Podemos afirmar que las ediciones que alcanzan categoría comercial (de 5,000 a 20,000 ejemplares) son las que corresponden a libros escolares des- tinados a los niveles ya referidos, y que, los libros destinados a otra clase de lectores se publican en tjrajes de 500 a 3,000 ejemplares. El libro escolar tiene asegurado su mercado, en tanto que el no escolar carece de él. Los libros es- colares se publican en ediciones anuales y consecutivas, ajustadas a los pro- gramas escolares; el libro no escolar casi siempre sólo alcanza una edición que para agotarse, cuando pasa de 1,000 ejemplares, requiere varios años. Por supuesto que la duración de la venta está en relación con el precio y la calidad de la obra, pero aun siendo barato y de contenido importante, el au- tor tiene que archivar una buena cantidad de ejemplares esperando mejores oportunidades. El alto costo de la impresión en Guatemala ha influido en la merma de los mercados nacional y extranjero; ha frenado en parte la producción inte- lectual, pues hay autores que tienen varias obras importantes inéditas y que no pueden publicar; y ha fomentado las ediciones exiguas que no alcanzan al autor ni para distribuirlas entre sus amistades. De ahí que la publicación de libros "por entregas" en diarios (folletines y folletones) y revistas, tan fre- cuentes a finales del siglo pasado y primeras décadas del presente, todavía se estile, siquiera por satisfacción personal ya que de beneficio económico no se logra nada. El estado y la universidad son los mejores editores en Guatemala y sus contratos en este aspecto son muy especiaqles:el autor de una obra publi- cada recibe un pago mixto: en dinero y en libros, cuando mejor lc va, o sólo libros que es lo más corriente. El autor tiene que negociar por su cuenta y riesgo la cantidad de libros que le han correspondido. La parte de libros, que le tocan a !a institución, se la destina a la venta, a la divulgación y al canje. Las librerías locales aceptan ("por patriotismo", dicen) pequeñas cantidades de libros en consignación que se van vendiendo despaciosamente a medida que la prensa vaya comentando la obra. Pero resulta que el autor, con el fin de dar a conocer su libro y obtener comentarios, obsequia buena parte de sus ejernplíares, con lo cual le resta compradores a las librerías. Por esa compe- tencia indirecta, las librerías no se dedican a la venta del libro nacional, y son muy pocas (la "Feria del Libro" entre ellas) l1 que tienen existencias de nuestros libros. Los lectores de escasos recursos o que saben de los elevados precios en ciertos expendios de libros, esperan que los libros de autores na- cionales lleguen a la única librería de "segunda mano" que hay en €1 país (Librería Iberia o de "Don Pepe") l b a r a poderlos adquirir a precios que revelan la emergencia económica de sus dueños iniciales. La experiencia nos ha revelado que esta librería constituye e'i mejor lugar para la obtención dc obras ya agotadas y a precios sorprendentemente bajos, pero por supuesto que ya han perdido algo de su inmaculada presentación inicial. 11 Librería Feria del Libro óQ Ave. 15-65, Zona 1. Ciudad de Guatemaia. 12 Librería Iberia 9s Ave. 9-90, Zona 1. Ciudad de Guatemala. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.15, 1965

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx