Fénix 15, 127-170

gunos libros como la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, algún grupo Rotario, la Asociación de Prensa, la Asociación Venezolana de Periodistas y pocas más. Podrían señalarse quizás algunas empresas editoriales para la publica- ción de textos escolares, que son los libros que tienen realmente venta a tra- vés de las librerías. c) . Ediciones individuales Es frecuente la publicación particular, por parte de los propios auto- res, de sus obras, a base de arreglos directos con talleres de imprentas, sean del país, sean del exterior, caso que en Venezuela es habitual dado los altos costos locales de la obra de impresión. Es de mucho volumen la producción anual de libros y folletos que los autores editan personamente. Naturalmen- te, la distribución de tales publicaciones también es privada y personal, pues en la mayoría de los casos estas ediciones no entran en la circulación comer- cial de las librerías. Ello dificulta extraordinariamente la localización de ciertos libros, acerca de los cuales hay que saber las serias del autor para hacerse de ellos, o estar en el sistema de regalos recíprocos para recibirlos. No es fácil entender el procedimiento para quienes estén habituados a los procedimientos de librerías organizadas en los países donde el comercio de libros tiene establecida una corriente normal de venta. A veces he encon- trado quien no cree que en líneas generales los libros en Venezuela, como el: otras Repúblicas, se editan para ser obsequiados y no para venderse, pues los que se venden son excepciones. Sólo algunos nombres, muy consagrados, ven- den sus obras. La gran mayoría de publicaciones aparecen para ser objetc de regalo. Casi lo mismo acontece con las revistas. Desde luego las revistas de grandes empresas (Creole, Shell, etc.), se publican para distribución gratuita Lo mismo las oficinas (Revista Nacional de Cultura, Educación, Revista de las Fuerzas Armadas, etc.). Las que publican grupos literarios son de difícil sus- cripción, en razón del costo de la organización administrativa del sistema de suscripciones, según creo. Es sumamente difícil moverse con soltura y seguridad para estar al día en lo que a la bibliografía venezolana se refiere. Es preciso estar en contacto personal con las entidades oficiales que publican, con algunas instituciones editoras y con los autores que imprimen por su cuenta. Como los instrumentos de información y referencia son también oca- sionales, quiero decir, que no están sistematizadas, la identificación y locali- zación de la bibliografía venezolana, es una verdadera obra de vigilancia y de continua atención. Si se cumpliese la ley que obliga a editores y autores a remitir dos ejemplares de todo cuanto se publique a la Biblioteca Nacional, por lo me- nos, el registro de entrada de la Biblioteca sería una guía segura, pero al no Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.15, 1965

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