Fénix 16, 174-197

PARALELISMO ENTRE CUATRO DOctFvlENTOS HISTORICOS Santillán Anónimo 187 tributar en cada servicio y tributo, mandó contar todos los indios, chicos y grandes, y dividirlos cn doce edades. La primera e" la de los viejos, que se llamaban puñucloco; en esta cdad entran los que son dc sesenta años para arriba, quc quiere decir no son sino para dormir, y así con esta cdad no sc tenía cuenta para cosa de tributo ni servicio, antes el Inga mandaba darles de su hacien– da, y los curacas tenían grande cuenta con ellos y los tenían por consejeros en lo que eonvenía al gobierno de aquella provincia. La segunda edad se llama ehaupiloco; en– tran en ella de edad de cincuenta años has– ta sesenta; también éstos eran reservados dc tributo; sólo se ocupaban dc beneficiar las ehácaras de coca y ají y otras legumbres. La tercera edad se Ilamaha poric; entran en ella desde veinticinco años hasta ci ncuentu ; estos llevan todo el trabajo, porque dcllos sacaban para la guerra, y éstos pagaban el tributo y lo llevaban al Cuzco, y labraban las chácaras del Inga y las de los curacas. La cuarta edad se llamaba imanguayna, qw~ dice casi mozo; entraban en ella los de veinte años arriba; éstos no tributaban más que ayudar a sus hermanos y parientes a llevar las cargas y otras cosas. La quinta edad se llamaba cocapalla, que es desde diez y seis años hasta veinte; éstos se ocupaban en lo mismo que los de la precedente, y en coger la coca del Inga y de los curacas. La sexta edad se Hainaha pucllaguambra, que es de ocho aíios hasta diez y seis. La séptima se llama tatanricci, que es de poco más de ocho años. La octava. machapori , que es de los menores ele seis alías. La décima (en blanco) que es de menos de cuatro años. La oncena se llamaba sayoguambrae, que es de menos de dos años. La docena se llamaba m oxooa– pari, que dice recién nacido. Destas edades daba el Inga cargo a los curacas de pucha– ca. de manera que en la pachaea entraban cien indios casados de veinte y cinco años hasta cincuenta, con sus mugeres y hijos, que SOn los tributarios, y demás dellos, [o:'; que entre ellos había de las dichas edades. A estos curacas tenia eneargado el Iuga el erial- y alimentar la dieha gente, y tener cuenta con los que nascían y morían, y de todos le diere cuenta, porque se presciahan do el reino, chicos y grandes, en doce edades, cada edad por si, en esta ma– nera: a la primera edad llamó punu– croco, que son viejos de sesenta aUl)e; para arriba, y con estos no se tenia cuenta para cosa de tributo, sino (fue los curaeas tenían cuenta de ellos v les daban de comer de las hacienda~ del lnga, y eran como consejeros en lo qne convenía al pro de la provincia; y de Ias mugeres era lo mesmo , La segunda edad se llama chaupiroco, que es de edad de cincuenta hasta sesenta; tam– bién eran exentos de tributo; sólo en– tendían en regar y benefieiar ají y co– ca y otras legumbres. La tercera edad se Hamaba purlc, que es desde veinte y cinco hasta los cincuenta, y esta edad es l~. que llevaba todo el trabajo, y és– tos Iban a la guerra y labraban las chácarns, y llevaban todo el tributo. La cuarta edad se llamaba michuguay. Ii b rUL que ( ICe casi mozo, y es de edad de veinte hasta los veinte y cinco, y és– tos ayudaban a sus padres a llevar ear– ga alas. ehaeras Y, a otros trabajos que sus parrentes rerunn , La quinta edad ,oc llamaba cocapalla, que era de celad de doce hasta veinte, Y éstos ayudaban a sus padres Y parientes a coger la co– ca Y a otras cosas. La sexta edad se U.amaba pucllaguambra, que es JUn– cnacho que Juega, que era de oeho años hasta doce. La séptima edad se llamaba tatantieei, que quiere decir que ya tiene conoscimicnto , La octa– va. edad s~ llamaba machapori, que qmere decir que aun no conoce. La novena edad se llamaba llocllazuam. Lra , que aún le regalan. La d~cima edad, guambra, que empieza a hablar. La undécima edad, guambra de un afio, que hace pininos. La duodécima di ' se lee moxoepaeal'ie, que diceu recién nacido. Estas edades daba cargo a los cura– cas de pachaca, de manera que entre– gaba a cada uno cien hombres con sus mugeres de edad tributaria, Y las de– más edades para que tuviesen cuenta en aumentallas, y cuenta con las muer- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.16, 1966

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