Fénix 16, 174-197

PARALELISMO ENTRE CUATRO DOCUMENTOS HISTORICOS 195 Santillán sición, a los cuales, como criados suyos, les hacía essemptos de los curacas, que no te– nían cuenta con ellos, salvo el gobernador del Inga, que los ocupaba en cosas de su servicio, y algunos llevaba al Cuzco y los tenía en su servicio, y a éstos hacía algunas veces curacas en sus provincias. .. .Asimis– mo sacaba de las provincias que a él le pa· recía algunos indios y los ponía por miti– maes en otras provincias, por la orden que se dirá adelante, y con todos estos que así sacaba el Inga no tenían los curacas cuenta nenguna en cuarto a cobrar dellos tributo ni servicio (págs. 36-37). 37. Tenía asimismo por reconocimiento y vasallaje quc todos los hijos de señores, en siendo de edad, los llevaban a presentar 111 Iuga y le servían en lo que les mandaba, y déstos venía después a hacer capitanes y vi– sitadores y otros cargos de su casa; y tam– bién los propios señores estaban lo más del tiempo donde él estaba, para ver lo quc lcs quería mandar ( pág. 37). 38. Asimismo hacia el Inga que en toda la tierra le hiciesen caminos reales por don– de él caminase solo, y los más eran cerca– dos, y a cada valle o provincia mandaba que hiciese lo que cabía en su pertenencia; v en cada jornada mandó hacer tambos, qu~ son como mesones, y que la gentc de cada provincia en cuyo término estaban, sirvie– sen en él a los que caminaban. Y también puso clutsquls a cuarto de lcgua, quc llaman topo, y que estuviesen siempre poblados de indios como correos, que llevasen los mensa– jes que él mandaba de unas partes a otras (pág. 37). . 39. Asimismo mandó hacer depósitos en cada provincia que a él le parescía, y los mm::daba bastecer de toda comida y dc ropa y ojotas, y de todas las demás cosas que son nescesarias para la gentc de guerra, para cu– yo proveimiento tenían dichos depósitos, y para este efeto mandaba que hubiese oficia– les de todos los oficios ( págs. 37.38). Anónimo gobernador del Inga, y las mugeres destos se llamaban mamaconas; éstas hacían ropa por sí, y ellos entendían en el beneficio de las chácaras del Inga. Sin éstos. sacaba toda la gente qne ]e parescía para mitimaes, e poníalos don– de le parescía, dc manera que con es– ta gente que se señalaba para el lnga, los curacas y demás señores no teman quc ver con ellos, sino con los hatun– runas y con la demás gente ... (pág. 64 ) . . . . . los hijos de los señores, en sien– do grandes, luego se los llevaban a pre– sentar al Inga, y también las hijas, y lc servían en lo que les mandaba, y como lc iban sirviendo, les mejoraba en oficios y les hacía visitadores y go– bernadores y capitanes. Los scñores siempre estaban donde el Inga estaba, sirviéndole y mirando lo que les man– daba (pág. 64). Hizo hacer caminos reales, poblados de sus tambos y gente, e hizo que hubicse en ellos correos y chasquis. Mandó que hubiese depósitos de comi– da y ropa para la gente de gucrra, y en todos los tambos mandó quc hubie– se oficiales de todos sus oficios (pág. 6·1, ). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.16, 1966

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