Fénix 16, 212-242
PROBLEMAS DE ORGANIZACION y ADMINISTRACION DE BIBLIOTECAS 237 Ante nosotros hay tres destacados e importantes puntos: (a) un grupo de bibliotecarios latino-americanos están de acuerdo en la necesidad de que las escue– las de bibliotecología estén afiliadas a las universidades; (b) la administración de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha expresado el deseo de esta– blecer una escuela de bibliotecología en la universidad; y (c) existe un artículo en una ley proyectada de educación que obligaría a todas las universidades nacio– nales a tener escuelas bibliotecarias. Suponiendo que la ley proyectada de educación fuera aprobada por la le– gislatura, mi primera pregunta concerniría a la necesidad de establecer escuelas de bibliotecología en cada una de las universidades nacionales. ¿Es la situación del bibliotecario en el Pcrú tal que existe la necesidad de establecer escuelas adi– cionales de bibliotecología en cada una de las universidades nacionales? Nótese, que yo no estoy preguntando lo que para mí, como extraño, es mucho más in– teresante: ¿Es la situación del bibliotecario en el Perú tal, que existe la necesidad de decretal' por ley el establecimiento de escuelas adicionales de bibliotecología? Se puede rechazar la necesidad del establecimiento de escuelas de hibliote– cología en cada una de las universidades nacionales. La ley del país no obstante, no existen suficientes puestos para bibliotecarios en bibliotecas del Perú que jus– tifiquen el establecimiento de tantas escuelas de bibliotecología. Desde que apare– ce el artículo en la ley como obligatorio, todas las universidades nacionales podrían Ser obligadas a establecer escuelas de bibliotecología. Pero, si todas las universida– des nacionales establecieran escuelas de bibliotecología, o ellas podrían destruir completamente la biblioteconomía en cl Perú produciendo demasiados biblioteca– rios, o ellas podrían funcionar ineficientemente por la escasez de estudiantes en cada escuela. Por otra parte, si la ley se interpretara como permisible determinaría que cualquiera dc las universidades nacionales podría establecer una escuela de hi– bliotecología. De este modo llegamos al punto interesante concerniente a la nece– sidad del establecimiento de una escuela de bibliotecología en la Universidad Na– cional Mayor de San Marcos. La realidad es que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos necesita hibliotecarios desesperadamente. En la Biblioteca Central sola, la biblioteca más grande de la Universidad, son ocupados por bibliotecarios no más de dos dc los cuarenta y tres puestos. Muchas de las bibliotecas de facultades no tienen ningún bibliotecario. Menos de diez personas que trabajan en las bibliotecas han tenido algún estudio en alguna escuela de bibliotecología. La pregunta obvia es si la Universidad Nacional Mayor de San Marcos puc– de obtener sus bibliotecarios de la ya existente Escuela Nacional de Bibliotecarios. La respuesta aparentemente es no, porque la administración de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha expresado el deseo de establecer una escuela de bibliotecología. Necesitar bibliotecarios es un punto, pero lo de establecer una escuela de bibliotecología para satisfacer esa necesidad, es un punto completamen– te diferente. El asunto es, en consecuencia: si una escuela de bibliotecología es necesaria en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ¿qué tipo de escuela Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.16, 1966
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