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74 FENIX ciones bibliotecarias en general. El Cursillo de 1964 se diferencia de los ante– riores en dos aspectos importantes. En primer lugar, se considerarán como alumnos regulares solamente a quienes provengan de las bibliotecas municipales de provincias. Se observarán así las normas de concentrar el esfuerzo planifica– dor en núcleos reducidos, a fin de que la acción sea intensa y eficaz. El nuevo Cursillo, luego, será uno de los programas de un plan más vasto cuya finalidad última es la de estimular los servicios de la biblioteca pública del país. No será pues el Cursillo una operación inarmónica. Inserto en otros programas orienta– dos hacia los mismos objetivos generales, la coordinación de todos ellos poten– ciará su eficacia. No se tratará tampoco de una obra exenta de continuidad. Nuevos Cursillos se dictarán en oportunidades posteriores y en ellos se incorpo– rarán a funcionarios municipales que aún no se han iniciado en las técnicas ele– mentales de la administración de bibliotecas. Los mismos Cursillos aunque con niveles más altos se ofrecerán por segunda y tercera vez a quienes los han se– guido previamente, a fin de adelantar la calidad de sus conocimientos y expe– riencia. De esta manera el esfuerzo cuantitativo tendiente a cubrir regiones fo– cales en toda su extensión se combinará con metas cualitativas, orientadas a afinar progresivamente la acción, La evaluación será un aspecto complementa– rio del programa de los Cursillos. Para estos efectos, bibliotecarios profesionales destacados por el Fondo San Martín, viajarán a la sede de los Concejos cuyos funcionarios han participado en los Cursillos, con objeto de estimar la eficacia práctica de los métodos puestos en práctica y de corregir las orientaciones que deban ser rectificadas. Reuniones regionales en las que se debatirán los proble– mas que vayan surgiendo, completarán el programa. La finalidad esencial y permanente del Programa de Cursillos es la de adelantar los conocimientos técnicos indispensables de quienes están encargados de la administración de las bibliotecas municipales del país. Estas instituciones cuentan con personal que en términos generales está animado por un extraordi– nario espíritu de servicio, Sucede con ellas, sin embargo, lo mismo que con tan– tas otras instituciones jundamentales para el desarrollo. Las exigencias que la sociedad plantea a las bibliotecas han comenzado a ser cada vez más complejas. Frente al avance vertiginoso de los lectores que acuden a las bibliotecas y frente a las demandas que plantean escuelas y colegios, universidades, sindicatos y [á– bricas, clubes y asociaciones de toda indo le, las bibliotecas se encuentran a la zaga de las nuevas situaciones. Tropiezan con dificultades económicas, la insu– ficiencia de sus colecciones, la inapariencia de sus locales y algunos casos tam– bién con la incomprensión del papel que ellas deben desempeñar ahora. Ningu– na dificultad es comparable sin embargo a la de la carencia de personal suficien– temente preparado en las técnicas bibliotecarias. Los Cursillos atacan este pro– blema. Su misión es la de inspirar a los funcionarios a cargo de las bibliotecas públicas la iniciativa necesaria para hacer frente a la agresión pacífica aunque tumultuaria del desarrollo. Todos los países que atraviesan por una situación análoga a la del Perú de hoy organizan programas de emergencia, encaminados a la capacitación rápi– da del personal que requieren para su expansión cultural, social y económica. Los Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.16, 1966
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