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46 FENIX 29- Crear en niños y adultos el amor al libro y el hábito de la lectura facilitando en todo lo que sea posible el préstamo a domicilio, sin desmendro de procurar la conservación del patrimonio espiri– tual reunido y que debe ser incrementado sistemáticamente de acuerdo con los intereses de los lectores y las necesidades de la colectividad. 39- Contribuir al desarrollo de vocaciones y aptitudes y a la forma– ción de quienes no fueron a la escuela o no hallaron o no hallan en ella fuentes de conocimiento suficientes y adecuadas. 4 9 - Colaborar con quienes desean perfeccionarse en el campo de su oficio, profesión o actividad, o enriquecer y completar sus cono– cimientos generales. 59- Proporcionar recreación espiritual haciendo adecuado, fructífero y placentero el empleo de las horas libres. 69- Documentar la historia, la geografía y los otros campos de co– nocimiento de la vida local y regional. 79- Fomentar manifestaciones artísticas, exhibiciones cinematográfi– cas, conferencias, charlas y debates de carácter constructivo y otras expresiones de vitalidad espiritual y cívica dentro del am– biente cordial que la biblioteca debe generar. 89- Ir creando en el pueblo, por medio de la biblioteca, la concien– cia que proviene de la cultura, la comprensión y la solidaridad patriótica, moral y humana. Declaración del Callao, formulada el 20 de setiembre de 1958 por el Dr. Jorge Basadre, entonces Ministro de Educación. La acción del Fondo San Martín, a partir de 1962, cuando su administra– ción fue transferida a la Biblioteca Nacional, fue posible por la autoridad y apo– yo que le otorgó nuestro Director, Dr. Carlos Cueto Fernandini. Su palabra que dice de las razones profundas de esta acción necesaria y de la orientación de la labor está difundida a través de los editoriales de la Gaceta Bibliotecaria del Perú, 1963-66. Los transcribimos íntegramente con esta información. (Anexo 1) Cómo trabaja el Fondo San Martín en esta etapa es lo que vamos a infor– mar. Pero en esta parte, sólo 10 referente a las bibliotecas públicas municipa– les de provincias. Al asumir la Biblioteca Nacional la administración del Fondo San Martín en 1962, nos tocó completar una labor pendiente del Departamento de Fomento de Bibliotecas del Ministerio. Era el cumplimiento de las resoluciones ministe– riales 15957 y 15958, por las que se dotaba con libros por Sj. 15,000.00 a las bibliotecas públicas municipales de ciudades con universidades de reciente crea– ción: Ayacucho, Huánuco, Huancayo, Ica, Iquitos, Lambayeque, Piura, Puno; y con libros por Sj. 5,000.00 a las bibliotecas públicas municipales de ciudades Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.16, 1966

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