Fénix 16, 5-40

22 FENIX ferible que el libro sea usado aunque sea con exceso, de lo contrario uno podrá lucir en su biblioteca libros nuevos muy ordenados, pero sin uso. Se hacía ne– cesario pensar en la formación de otra biblioteca para descongestionar ésta. Mi. convicción es que si no se lee es por que no hay la oportunidad, puedo decir que de Octubre de 1962 a Febrero de 1963 la biblioteca duplicó el número de lectores y mucho más el número de préstamo. Hasta aquí la actividad desarrollada con los niños y escolares de primaria y secundaria. Los adultos requieren de otras actividades aparte de un buen in– cremento en la colección de libros, de lo que se encargó el Fondo San Martín hasta donde le fue posible. Incrementamos entonces el préstamo, permitiéndoles que llevaran más de un ejemplar y la respuesta fue la misma. Durante el año 1963 la lectura de los adultos creció de tal manera que en los meses de Setiem– bre y Octubre registramos más de 900 lectores en cada mes. Es claro que ese ritmo no se mantiene igual todo el año, influyen en ello las actividades académi– cas, los períodos de vacaciones, etc. Analizando el tipo de lector que concurría a la Biblioteca, primaba entre ellos siempre el estudiante, también notamos un incremento aunque pequeño de personas que trabajaban y algunas amas de casa. Funciona casi al lado de la Biblioteca, el Estanco del Tabaco en el que trabajan muchos obreros, éstos casi no concurrían, tal vez si el horario hubiera sido más extenso se les podría haber atendido en horas más cómodas para ellos. Hicimos algunas actividades de tipo cultural para los adultos. Durante los meses de Setiembre y Octubre, proyectamos vistas de arte una vez a la se– mana; la concurrencia de adultos llegaba a 15 ó 20 personas cada vez, el local es muy pequeño y no tiene comodidades para estas actividades. Siempre mantuvimos informado al público lector respecto a las últimas adquisiciones de libros, se inició un registro de recortes de periódicos con la in– tención de ampliar los recursos bibliográficos. Con el objeto de dar a conocer la biblioteca a la colectividad remitimos unas esquelas a las principales fábricas ofreciéndoles nuestros servicios. El problema que se presentaba con bastante frecuencia era el de las personas que trabajan en el Rímac pero que residen en otro distrito, ellos querían préstamos y nosotros no podíamos dárselo. El volumen del préstamo durante el año 1963 llegó a 22,741 libros, lo cual quiere decir que la colección se prestó 11 veces. Esta fue pues una experiencia provechosa en algunos aspectos. La afluen– cia enorme de lectores, la demanda de libros que la biblioteca no podía servir nos hacen ver claramente la necesidad urgente de que se amplíen los servicios de las bibliotecas en la ciudad de Lima con horarios adecuados, buenas colec– ciones y servicios separados para niños y adultos. Bettina Summers P. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.16, 1966

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