Fénix 17, 3-33

30 FENiX yo hubiera sido arrastrado (aunque no tenía desde 1946 actuación política) y habría arrastrado a la Biblioteca. Cuando se produjo el golpe militar que enca– bezó el general Manuel A. Odría, ella no fue tocada y esto se debió a mi au– sencia y al hecho de que el Director Ingeniero Cristóbal de Losada y Puga era amigo personal y ex-compañero de gabinete del nuevo gobernante. La Biblioteca Nacional albergó en 1880 56,127 volúmenes; en 1884 fue reabierta con un total de 27,894 volúmenes. Al quemarse en 1943 se dijo que tenía 100,000 volúmenes; al reabrirse en 1948 contaba con más de 134,000 vo– lúmenes. Este último cálculo no lo he hecho yo. Consta en la Memoria del Director de la Biblioteca, Ingeniero Cristóbal de Losada y Puga. Señala esa Memoria también que sólo en la sala Perú había en 1950 25,980 obras que, sumadas a 3,800 folletos peruanos sin catalogar, 7,897 publicaciones oficiales, 3,976 libros peruanos duplicados y 8,040 folletos peruanos duplicados, integra– ban en la nueva Biblioteca un fondo nacional más considerable que la totalidad de la colección de la Biblioteca reabierta en 1884. El Ingeniero de Losada al iniciar su Memoria como Director de la Bi– blioteca Nacional fechada el 9 de diciembre de 1950 expresó lo siguiente: "Debo, ante todo, dejar constancia de que al asumir la Dirección de la Biblioteca (el 13 de julio de 1948) me encontré con una institución perfectamente organizada y en un magnífico pie de funcionamiento (el subrayado es mío), servida por un excelente personal de funcionarios. Por haber organizado esta institución mo– delo y por haber formado este cuerpo de funcionarios ejemplar, debo rendir ho– menaje a la labor realizada por mi eminente antecesor el doctor Jorge Basadre". Aparte de 10 excesivo en la calificación con que finaliza esta referencia, debe llamarse la atención sobre los términos encomiásticos para el establecimiento y para su personal, desusados en una persona de los quilates intelectuales del señor de Losada. IV. LA POLITICA BIBLIOTECARIA EN EL MINISTERIO DE EDUCACION (1956-1958) Cuando ocupé el Ministerio de Educación por primera vez en 1945 (Agosto-octubre) sólo hubo tiempo para crear un Consejo de Bibliotecas Po– pulares que entró en receso al dejar yo el cargo. Hasta julio de 1956, la ley N9 10847 de 20 de Enero de 1947 no fué aplicada en cuanto a su objeto específico de ayudar a las bibliotecas municipales con el Fondo San Martín. Entre 1947 y 1956 el movimiento de las bibliotecas populares en el Perú avanzó bien poco desde un punto de vista sistemático. La partida correspondiente a los ingresos de la ley antedicha fué recortada en una cantidad que figuró en el Presupuesto de la República y el resto quedó asignado al Ministerio de Aeronáutica. Ella se utilizó para que el Ministerio de Educación comprara obras de autores nacionales con la suficiente influencia. Al hacerme cargo de ese Ministerio el 28 de Julio de 1956, reivindiqué la totalidad de los fondos provenientes del impuesto a las ventas de joyas, sin tener éxito en esta gestión é inicié una campaña que cabe llamar de política bi– bliotecaria. Se hizo (con ayuda de personal de la Biblioteca Nacional) una encuesta él las bibliotecas municipales de provincias con el fin de conocer su verdadero estado, De acuerdo con los resultados de esta encuesta, el Ministerio envió a veinte bibliotecas escogidas entre aquéllas, colecciones de libros seleccionados que comprendieron una de carácter integral, otra peruana y otra infantil. En la selección de las obras respectivas intervinieron bibliotecarios profesionales del Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.17, 1967

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