Fénix 17, 34-38
PA.JATEN 35 El Sr. Carlos Tomás Torrealva, fue el que conjuntamente con un grupo de pobladores, descubrió las ruinas cuya importancia mostramos. Cuando el Sr. Torrealva fue Alcalde de Pataz, tuvo como todo buen al– calde, el deseo de buscar la prosperidad de su pueblo, y viendo que la otrora floreciente Pataz rica en sus yacimientos auríferos, se hallaba en miseria debido a que ya no explotaba esa riqueza y además, porque las áreas de cultivo en la zona son limitadas; decidió incursionar en la selva virgen para buscar áreas destinadas a la agricultura. En los sucesivos viajes que efectuó durante los últi– mos cuatro años, él y sus acompañantes pudieron localizar no solamente las tan ansiadas tierras, sino que para felicidad nuestra y del Perú todo, hallaron estas importantes obras arquitectónicas de los antiguos peruanos. Producido el hallazgo, Carlos Tomás Torrealva, efectuó varios viajes a Lima, a fin de poner en conocimiento de las autoridades respectivas y del Su– premo Gobierno, la importancia de las ruinas. Una feliz circunstancia para quien escribe esta nota, hizo que el Sr. To– rrealva se dirigiera a la Corporación de Turismo del Perú, entidad a la cual per– tenecía entonces. De este modo, conjuntamente con el descubridor, dirigimos pedidos de ayuda económica al Sr. Presidente de la República, Arqto. Fernando Belaunde Terry, al Sr. Ministro de Educación Pública y al Presidente de la Corporación de Turismo del Perú, a fin de organizar una expedición con el objeto de hacer el reconocimiento de las ruinas, proceder a los trabajos de limpieza e iniciar los estudios técnicos respectivos. Decisión de la expedición. Desde el primer momento, el Sr. Presidente de la República, nos mani– festó su más decidido apoyo a esta petición y es así como se dispuso que se efectuara la expedición, la misma que contó además con la valiosa colaboración del Ministerio de Guerra y del Ministerio de Aeronáutica. Mientras se hacían las gestiones y se concretaba esta primera expedición, el explorador norteamericano Gene Savoy que es Presidente del Club Andino de Exploradores, se interesó por este hallazgo luego de las iniciales informaciones periodísticas dadas por el Sr. Torrealva y sus acompañantes. Es así como en el mes de Agosto de 1965 el Sr. Savoy en compañía de su asistente Sr. Douglas Sharon viajó a las ruinas guiado por los descubridores. Es justo destacar que el Sr. Savoy a su retorno a la capital, inició una positiva y gran tarea de divulgación sobre la importancia de estas ruinas, difusión que fue hecha en nuestro medio y en el extranjero, atrayendo así la atención de estudiosos e importantes agencias informativas de diversos países, las que luego solicitaron su inclusión en la segunda expedición oficial recientemente efectuada. : Decidida de este modo la primera expedición y con la ayuda económica V técnica del Ministerio de Educación Pública y la Corporación de Turismo del Perú, se efectuó en el mes de noviembre de 1965. Objeto de la primera expedición. La misión que nos llevó al Pajatén la primera vez se puede sintetizar en jo siguiente: reconocimiento oficial del hallazgo, exploración de las zonas ale– 'souoiorpcdxc SUlI1lnJ cp gfU!A F' lUHl!~uJ amd oirondqoq 19p uorconnsuoo 'sugup Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.17, 1967
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