Fénix 17, 63-91

66 FENIX ción: la información valiosa es la dc lo esencial, la que en los libros, como en tod~, está envuelt~ por. l? .accesorio, .que dificulta su conocimiento; por lo tanto, S.I bien hay un defecto inicial en los libros, hay otro no menos grande en la labor ~e .l?s r~sponsables de la producción bibliográfica (¿quiénes?), que dejan sin individualizar con su esencia a los libros para ubicarlos consecuentemente dentro de un esquema. Así se origina que los libros vayan formando un conglomerado, sin estructuras, poco diferenciado en sus partes y por lo tanto de relativa uti– lidad. Ortega dice que la ciencia histórica del futuro dará breves esquemas articulados que trasluzcan sólo las estructuras de las épocas; en el presente hay que crear una política bibliográfica que le prepare los materiales con una sim– plicidad y rigurosidad acordes. Se debe mencionar, como posible solución a esta faceta del problema del libro, la documentación, técnica moderna que indi– vidualiza estrictamente cada aporte -cxigiendo de los mismos autores extrac– tos-o y los sistematiza minuciosamente. Lamentablemente, la documentación no es aplicable a toda clase de libros, sino solamente a los científicos y técnicos, y no es más que una técnica que no soporta una objeción teleológica que más adelante se planteará. La segunda faceta del problema es que hay abundancia de libros malos. Ortega los diferencia como "inútiles" o "estúpidos". De la pn– mera condición son los que tienen sentido pero inaprovechable (sobre todo por ser reiteración de lo ya escrito) y de la segunda los que no 10 tienen. Ambos son un lastre de la producción bibliográfica que aumenta su complicación. Y nuevamente, el régimen seguido con el libro contemporáneo muestra su deficien– cia, permitiendo que sobre multitud de aportes, por una parte, y que haya la– gunas o raleada producción en otras. En este punto, Ortega parece pecar por exceso, al pretender aplicar un criterio demasiado exacto al campo bibliográfico. Sostiene, por ejemplo, que la elaboración de libros malos resta energía para la de libros útiles; y en otra parte, especifica que son libros falsos o malos "aque– 110s que nada dicen entre lo que hay que decir y lo que se ha dicho" (de va– lidez relativa, puesto que la cultura no es aún un sistema, ni mucho menos ní– tido) . Ciertamente, al presentar estas dos facetas del problema del libro, Ortega y Gasset tiene en primer plano a la mayoría de libros contemporáneos, de ciencia y técnica. La conclusión a la que él llega tras la exposición de estos aspectos es que resulta necesario organizar la producción del libro. Debería de dirigirse y controlarse la publicación, incluso por especialidades o temas, aunque con ello se afecte la libertad, pues el respeto a ésta no se ha implantado para "desnucar al sentido común". La tercera faceta del problema del libro es una consecuencia de los efectos de las anteriores. El mundo de los libros se presenta como una selva enmarañada para la gente. Puesto que las personas son incapaces de orientarse en ella y recorrerla, tienen un contacto superficial o indirecto con una gran cantidad de libros y poseen como resultado de esto un amplio repertorio de ideas arrancadas de ellos, de las cuales no conocen sino la apariencia aislada. Por otro lado, en los libros se trata prácticamente de todo; y no hay más que leerlos, aun mecá– nicamente, para localizar las opiniones y "soluciones" para cualquier cosa - hoy hasta las más inverosímilmente específicas. Y aunque una persona no fuera afec– tada por los libros en esta forma, el imperio del libro y de la educación libresca sobre la sociedad ha hecho que de una totalidad de personas que opina, se es– cuche a una enorme mayoría que repite las mismas palabras claves y juicios: y ele la influencia de esta mayoría es difícil sustraerse. Es la soberana ley del menor esfuerzo y la comodidad la que prima: habiéndose acuñado ideas que tienen garantizada cotización social y valor práctico, la gente las maneja irreflexi– vamente. Estas seudo ideas dan origen a una grave degradación del pensamiento Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.17, 1967

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