Fénix 17, 63-91

LA OlUENTACION DE LA LECTURA 7] trivialidad, las cuales determinan preponderantemente la configuración de este valor. No es necesaria mayor formalización para comprobar la enorme diferen– cia que existe entre el significado del libro que de aquí se desprende y aquel teórico que la educación y la literatura actuales presentan. Se esparce la idea de que "el libro es lo más perfecto del hombre" (H\) Y se le eleva a campos de intemporalidad, espiritualidad, desinterés, que resultan incompatibles con la ma– yor parte de las miras que la gente tiene al recurrir a él. El concepto teórico del libro no coincide ni se coordina visiblemente con su realidad práctica actual– mente, o, en todo caso, sólo refleja una parte mínima de ella. Pero tanto las facetas del libro que nos ofrecen la teoría como la prác– tica son exageradas. A toda persona medianamente culta deben haberle llamado la atención algunos de los propósitos predominantes en la lectura del norteame– ricano adulto. Mas, en parecida forma, afectan al buen sentido las consideracio– nes idealistas y absolutas sobre el libro, de fácil degeneración en charlatanería, que los mismos libros mantienen en boga. Para llegar al significado verdadero que tiene el libro en la actualidad, es necesario prescindir de sus contrapuestas imágenes teórica y práctica vigen– tes y abocarse a recorrer -aunque sea someramente-e- su trayectoria histórica. 5. Evolución histórica del significado del libro Los primeros libros de la humanidad son los llamados "libros de libros", es decir creaciones colectivas de pueblos antiguos en las que éstos intentan ex– plicar su origen. También se les llama libros de las "gonías" por este hecho, ya que muestran sus teogonías, cosmogonías y antropogonías - sus versiones del origen de la divinidad, del universo y del hombre. Los "libros de libros" constituyen el logro máximo de las primeras reli– giones de la humanidad. En ellos se pretende dar una visión total de la realidad ···-sensible e intuible-i- y establecer normas para el comportamiento del hombre. Su cuerpo está dado por la fantasía colectiva -el mito o la leyenda- y desa– rrollan argumentos simbólicos de profunda trascendencia humana. En la civi– lización egipcia se encuentra los "Textos de las pirámides", los "Textos de los sarcófagos" y el "Libro de los muertos", todos -los tres muy parecidos- que denotan la peculiar fijación de este pueblo en la idea de la muerte y el mundo de ultratumba. En la civilización asirio-babilónica se encuentra dos grandiosas epopeyas: el "Enuma Elísh" y la "Epopeya de Gilgamesh". A la primera tam– bién se le conoce como "Poema de la creación", porque en uno de sus episodios se presenta la creación del universo por el dios local Marduk. La "Epopeya de Gilgamesh" desarrolla la vida de este héroe o semidiós y sus peripecias por ob– tener la inmortalidad, y su gran mensaje es la imposibilidad del hombre de ob– tener la vida eterna. Los Vedas -Rig Veda, Atharva Veda, Sama Veda, Yajur Veda, principalmente-e- constituyen el ciclo literario más antiguo de la literatura indoeuropea (2,500-500 AC) (17) aunque son posteriores a las creaciones ya ci– ladas. El Rig Veda, que es el más antiguo, tiene como argumento el hecho his– tórico de la invasión de los arios a la India y traza el desenvolvimiento de la reli– gión védica. Algunos "libros de libros" de elaboración posterior son el Avesta, la Biblia, el Corán. Aunque es indudable que la primitiva urdimbre de todos estos libros, como leyendas, se remonta a la formación de remotos pueblos, es interesante destacar que su plasmación como tales es más o menos simultánea con la de los 16. Enciclopedia universal ilustrada Eurcpcc-Americana . 17. Libros en él tiempo. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.17, 1967

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