Fénix 19, 67-77
UN MANUSCRITO DESCONOCIDO DE MELGAR 7l Dice la primera, un yaraví en tercetos de pie quebrado (como los yaravíes co– nocidos signados VII, IX Y X en la edición de Nancy): Llegó el terrible momento en que de tus bellos ojos Ay! me retiro; Llegó la hora en que mis glorias Han de darme sin recurso Crueles martirios Yana podré hacer q. lleguen Mis amores y mis quexas A tus oídos, y sucederá a mis gustos De dolorosos recelos Un laberinto. Continuamente a la idea Se ofrecerán los rivales De mi cariño, y gemiré temeroso De que lleguen a quitarme Mi único asilo. Mil veces por tu distancia Lamentará sin consuelo mi amor herido Como infeliz avecilla A quien del nido. robaron Sus tiernos hijos. A Dios mi querido Dueño A Dios; yo muero al impulso De mi conflicto; No olvides que entre agonías Se aparta de vuestros ojos Tu amante fino. Llegó el terrible momento En que pierdo sin remedio V uestros cariños Llegó la hora en que tus voces Den los últimos consuelos Al pecho mío. Ya espiran los dulces días en que tus tiernos afectos Eran mi alivio. De tí mi ausento y mis glorias En este instante abandonan Al pecho mío. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.19, 1969
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