Fénix 2, 159-169
LA BIBLIOTECA ESPECIALIZADA 167 cos, genealogistas, y estudiantes que desean investigar algo. Su principal ob- jetivo será atender a los estudiantes de historia y además, evitar el que se pierdan o sean destruídos los materiales perecederos del presente y del pasa- do. Se conservan allí documentos que tratan de la historia nacional, regio- nal, local, religiosa, racial y familiar, así como los documentos oficiales, anti- guos datos judiciales, viejas Biblias pertenecientes a tal o cual familia y que contienen datos sobre nacimientos, matrimonios, y defunciones: archivos pe- riodísticos; biografías y narraciones de viajes: descripciones de determinadas épocas de la historia de la nación; todo este material contribuye a presentar un cuadro de las costumbres y la vida de antaño y también de las de la épo- ca actual que, a SU vez, pasará algún día a la historia. Las sociedades históricas locales, por hallarse más próximas a las Euen- tes de información publicadas en su locaiidad, sobre todo de carácter misce- laneo, son las que posiblemente tendrán una colección más completa de dicha clase de material. Por otro lado, las sociedades oficiales o patrióticas que tie- nen aspiraciones más vastas y aiayores recursos, son las que seguramente po.- seerán archivos mucho más completos con publicaciones gubernativas y obra3 de referencia bibliográfica. La edición ha sido siempre considerada como una función fundamental de las sociedades de historia. Una sociedad estatal de los Estados Unidos ha publicado una serie de ensayos sobre historia local, y otra se ha dedicado al estudio del desarrollo y transformaciones sufridos por el gobierno local. La colección manuscrita, propiedad de la Sociedad Histórica de Massachusetts, ayudó a la Universidad de Hervard en la preparación de su gran obra sobre la historia de los Estados Unidos. Existen muchas clases d~ bibliotecas especializadas y sobre las cuales me gustaria extenderme en detalle, pero las ya mencionadas ofrecen buenos ejem- plos de cómo difieren entre ellas, tanto en su material de le- ~ t u í a corno en sus procedimientos. Como conclusión hablaré de un tipo de biblioteca que com- bina las prácticas de la biblioteca pública con las de la biblioteca especializa- da, y que es, la biblioteca médica existente en un gran hospital. Un buen ejemplo a citar es la del hospital Walter Reed, el más importante hospital del Ejército de los EE. klU. En éste, como e11 muchos otros, la biblioteca consta de dos secciones distintas: la biblioteca para investigación de médicos y enfermeras y la biblioteca para los pacientes. La primera contiene todos los libros fundamentales sobre medicina y que se relacionan con el trabajo de los médicos y enfermeras del hospital, conteniendo además gran número de revis- tas que se ocupan de los nuevos métodos mci'dicos y quirúrgicos y ofrecen da- tos sobre las nuevas medicinas, etc. Existen también allí pequeñas secciones especiales con tratados específicos de medicina, tales como ortopedia, rayos X, obstetricia, dietética, etc., los que se reparten en las oficinas de los jefes de es- tos servicios para que puedan obtener rápidamente las referencias necesarias. En la biblioteca principal se guarda un registro de estos Lbros y del lugar don- cle se encuentran con el fin de que puedan ser consultados en cualquier mo- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945
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