Fénix 2, 188-231
descubre, entre serlo y en broma, singulares analogías con el a!emá_rl ". Fi- nalmente, acerca de los mensajeros militdres rnstituidos por Augusto y colo- cados a cortas etapas el uno del otro ("a módicos intervalos", dice Suetor:io *') observa incidentalmente: "nótese aquel sistema peruano de que se ha habla- do", con evidente alusión a las breves distancias recorridas por los chasquis incaicos, a su vez mencionados poco antes por analogía con los "corredores de la Grecia", y minuciosamente descritos en base a Zárate y a Cieza de León 2i. 7.-Justo Lipsio y los indígenas precolombinos. El conocimiento relatjvarnei~teexacto de las instituciones precolombinas no le impide, sin embargo, a Justo Lipsio jazgar a los indígenas del Nuevo Mundo en general como bárbaros, rudos, supersticiosos, salvajes; más aún: 23 Todos los idiomas cambian y se alteran continuamente: "Aprendí que a las lenguas les qusta mexclarse entre sí". Entre los factores de mutación se considera también el cam- bio de soberano: "y también si cbservpmos lo que pasa en el Nuevo Mundo, ~ricontramos lo mismo. Allí aquel vasto imperio peruano, cuando obedecía c: los Ingzs (así llamaban a sus reyes), recibió de ellos un idioma común a un espacio de más de 600 rnillas; y, sin cm- bargo, cada uno de los valles ( y h ~ y centenares de ellos) tuvo su idioma propio y diferente del que hablaba su vecino. ¿No crees que ah.ora los españoles y !os extranjeros que etni- gran allí llevan muchas palabras de su idioma? N o hay duda" (Epist. Select. Cent. Tcrfia ad Belgas, Amberes, Plantin-R/loreti~s,1605, ep. XLIV, p. 41-42). En las otras lenguas, ob- serva poco más adelante LLPSIO, se encuentran raíces similares al alemán: "Ejemplos pü- recidos se encuentran entre los indios nuevos. Ellos llaman a sus ídolos Pa-godi; y recono- ces el nombre de Dios; Ilanian Guayras a los fuelles con los cuales atizan el fuego eii las fundiciones de plata: son nuestros Wayres. Llaman topos a lo que cubre la cabeza, así co- mo entre nosotros fop significa cima. Del mismo modo Lama a las ovejas; claramente es lam", etc. (p. 57). Medio siglo m i s tarde, Hugo Grocio se basaba en las mismas analogías iingüísticas para apuntalar su tesis del origen germánico, más precisamente noruego, de las razas americanas (De origine gnntium Ame.-icsnarum, 1642). Pero LA PEREYRE le repli- caba que eran "fantasías.. . de Grocio, que se encuentren entre los Americanos muchos lio- cablos coincidentes con los germánicos" (Syslcma Theoiogicum cx Prae-Adamifarum hypo- fhesi, Pars Prima, IV, c. 15, ed. s. 1. 1655, p. 208). '4 C. SVETON i O TRANQUILLO, De Vita Caesarum, Augustus, XLIX (ed. Rigu- tini-Fuochi, Firenze, 1914, 130). 2j " . . . Corred,ores griegos. A los cuales se parecían por su finalidad, aunque no por el trabajo, los que tenían en una época los reyes Ingas e11 aquellas vastas regiones perua- nas del Nuevo Mundo. E11,as tenían, a lo largo de las vías públicas del Reyno, casuclhas preparadas y distantes la una de la otra media milla. E n las casuchas vivían dos corredo- res, cada uno con su esposa. Así que cuando había alguna cosa que anunciar se comuni- caba a viva voz (pues ignoraban la escritura) al primero de ellos. Este emprendiendo ve- loz carrera desde su choza hasta la próxima, cuando y a estaba cerca de elia trasmitía a grandes voces el mismo recado; y el otro, al recibirlo, de igual manera se dirigía a la próxi- ma choza; y así de una a otra, hasta los confines del Reyno, y esto con tanta celeridad, que los escritores hispánicos admiten que superaban la carrera de cualquier caballo" (1. LIP- SII, Epist. Select. Centuria Singularis ad Italos et Hispanos, quive in iis locis, Amberes, Plantin-Moretus, 1604, p. 52; epist. LIX, Nicolao Micaultio, fechada en Lovaina, 30 de se- tiembre 1598; y cit. P. Cieca, 1, cap. XLII, August, Sarat. 1, cap. XIV). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945
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