Fénix 2, 188-231

como un ejemplo vivo, actual y pavoroso de la barbarie. El antiguo error de extender a todo el Continente algunos csracteres negativos aplicables correc- tamente a los salvajes del Caribe y del Darién, iera repetido por el filólogo, sea por brevedad de expresión, sea porque en comparación a la ciencia de Leyda y de Lovaina hasta las civilizaciones americanas más evolucionadas no hacían muy airoso papel. También en estos casos, como en los pasajes referidos, el Nuevo Mun- do es llamado a confirmar los testimonios del mundo clásico, pero el dictado de bárbaro y feroz ya lo pone en tina relación polémica con el mundo civili- zado contemporáneo. Cuando quiere hacer un cumplido a Aniberes, el belga escribe que es la más linda ciudad de cuantas existen en Europa, en Africa y en Asia 2% La América es sencillamente ignorada, -como si estuviera toda- vía en el estado precivilizado de los pueblos sin ciudades. En su famosísimo comentario sobre Tácito, llegando al paso de la Ger,mania, donde el historia- dor menciona los antiguos cármenes que para los germanos ocupaban el lu- gar de historia y de anales, anota Justo Lipsio: "Como, por lo demás, sucede en todos los pueblos bárbaros y carentes de letras. Lo mismo encontraron los Españoles entre los nuevos Indios" ". En 1597, en una carta escrita para convertir un ateo, Justo Lipsio afirma que no hay parte en el mundo donde no se crea en Dios: "la religión es diferente en los diferentes lugares, pero existe por todas partes; y esto es cierte no solamente en nuestro viejo mundo, sino también en aquel tosco mundo nuevo, allí donde entre hombres bárbaros, feroces, homicidas, antropófagos, iquién e ~~ c o n t r ó jamás un rincón del orbe que no confesara una religi6n o un dios?" ". Pero en otro pasaje donde quiere demostrar la universalidad de Ia su- persticióii, aquellos bárbaros ámericanos son citados no como "religiosos" y creyentes en uri dios cualquiera, sino corno sumidos en las tinieblas del pre- juicio. Lipsio piantea el "pequeño problema: si la supersticion acaso sea útil en algún pueblo y si no se deba permltir al Príncipe?" Y después de haber citado burlescamente varies ejemplos de sv;nersticiones antiguas y modernas, prosigue: "y iqué voy a decir de aquel Nuevo IvIundo y de aquella América? Allí ias tin:eblas son espesas y cimerias: salvo es3 pequeña parte (pequeiin todavía, por ahorz) en donde los espciñoles las di~ipcirony llevaron nuestra -. -- 2 ~ p i s t o l a r u mSelecfarum Cenfuria Tcrfia ad Belgas, Amberes, Plantin-Moretus, 1605, Dedicación n. 11. 27 TAGITI. . . Scripfa quae cxfant. . . accedunt. . . Commenfarii X X I Virorum erudi- tissimorum: quorum princcps ]ristus Lipsius, París, 1608, 11, p. 125. VIGO cita el pasaje v la nota de Lipsio relativa a los "Americanos" en la Scienza Muova, ed. Nicolini, 11, 313, y de él saca argumento para concluir que las primeras historias fueron escritas en verso, y que, por lo tanto, "es preciso que t'ados los primeros pueblos hayan sido de poetas",-- tesis que, como se sabe, es una de sus más firmes y fecundas. 1. LIPSII, Epist. Select. Centuria Tertia ad Belgas, cit., epist. XXVI, Hieronymo Berchemio, J. Cto. et Canonice, Lovaina, 11 de enero 1597, p. 24. BAYLE, P) Continua- tion des Pensées Diverses.. . sur la Comefe, 85, e. c., 111, 311, le objeta triunfalmente con ejemplos de Canadienses y Hurones sin ninguna religión. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945

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