Fénix 2, 188-231
ma cl recuerdo del gran auto de fe de 1639, en el que fueron quemados vi- vos once judios, --judíos poi-tugueses, como 1cs Pinelo. Ni podía ignorar Don Diego que, mientras la inquisición de Lima hacía su redada de judíos destinados a la tortura y a la hoguera, y (según narra Palma) "por todas partes se encontraba alguaciles de la Inquisición y la famosa calesita verde" 48 "el común del pueblo y del vulgo y los muchachos voceaban y clamaban di- ciendo «venga el judío de Diego López de Lisboa»", o sea reclamaban al pro- pio padre de nuestro Diego, que se había hecho sacerdote y pertenecia a la misma familia del Arzobispo. Ni siquiera esto, sin embargo, bastaba a proteger contra la persecu- ción. Entre los arrestados y juzgados en el gran proceso que culminó en el auto de fé de 1639, jno hubo un "Antonio de los Santos, alias Gonzales Maduro, familiar del señor Obispo"? 4". Se puede imaginar, pues, el estado de ánimo de los dos Diegos, padre e hijo, cuando "a prima noche llegaba mu- cha gente a las ventanas del dicho Arzobispo y decían: «eche Vuestra Seño- ría ese judío de su casa»"; y un cruel bufón llamado Burguillos, viendo a Don Diego López y al Arzobispo entrar a la Catedral, irreverentemente levanta- ba el borde de la sotana del prelado, y motejaba al converso: «Aunque más te agarres de la cola, la Inquisición te ha de sacar» 12.-Vínculos d e afecto en la familia Pinelo. Por otro lado, el hondo arraigo de los vínculos de afecto entre Don Die- go de León Pinelo y su padre, que le había puesto su mismo nombre, como a su más auténtico heredero; que lo había hecho estudiar en Salamanca, con grave sacrificio pecuniario, y que lo prefería en la división de los bienes en- tre los hijos, se manifiesta en los testamentos de Diego López de León y del mismo Diego de León Pinelo, descubiertos y oublicados por Raúl Porras Ba- rrenechea. Refugiado en América, Diego López, --que :e había visto obligado a dejar en España a su esposa y a los dos hijos, Juan Rodríguez nacido eri Lis- boa, y Antonio en Valladolid-, trabajaba, comerciaba, exportaba harinas e 48 "La noche del 11 de agosto de 1635 fué de verdzderrt conmoción en Lima.. . Prac- tiiáronse más de cien prisiones" (PALMA, R., Anales de la Inquisición de Lima, 1863, tcr- ccra ed., Madrid, 1897, 32). " Sin embargo, fué absuelto. V. PELLIZA y TOVAR, José, Diversas noticias his- tóricas, en ODRIOZOLA, M. de, Documentos literarios del Perú, v. X (Lima, 1877), 398. "O LWEDINPA, J. T., Bibl. NisP. /Im-L.. cit., VI, 459. El f:imoso auto de fe de 1639 ha sido rememorado recientemente por FRIEDMAN, Lee M., Jewish Pioneers and Pafriots, New York, 1943, 63-80, con bibliografia, pp. 384-5. Si la relación coetinea de Fernando de Montesinos (Arrfo de la fe ceicbrado en Lima a 23 de enero de 1630, Lima, 1630, y Ma- drid, 1640) cayó bajo los ojos de Antonio de León Pinelo, éste debió !eer alli con cierta zozo- kra que Dios, el primer Inquisidor, realizó en América los dos mayores autos de fe de la historia: el primero en castigo a la apostasía de AdÉn y Eva, porque "es bastante probable, ia opinión de aquellos que quieren colocar al Paraíso en América", y el segundo por obra de la Inquisición el 23 de enero de 1639 (o. c., 75-6). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945
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