Fénix 2, 188-231
siglos, imperios y naciones, e r a r teatralmente representados con fausto de vestidos y de adornos, desp!iegue de jaeces, v gran número de lacayos y li- breas. Precedían el cortejo doce doctores juristas "lujosaxvente adornados así mismo a caballo". Cerraba la policroma proccsi6n un3 efigie del Virrey, pintada en colores, con escoltd de gtlardiaq, y acompañada por toda la no- bleza de Lima. Setentiseis años después, Don Pedro Peralta y Barnuevo todavia recuerda (1732) aquella iírlgida celebracijn de la Universidad en honor del culto "Del punto en que gozó !a ernpirea aurora - De la sombra de Adán el arduo indulto". Asegura Don Pedro que la fiesta de disfraces organizada por Don Diego fué "una de las mayores que ha visto el mundo" Uxi rito triunfal por las calles Iuminosas de Lima. Una pluma de plata colgada en la penumbra frente a una imagen milagrosa. La "mascarada" y el ex-voto. Varían las formas, pero la f e es una. El culto de la Purísima Virgen, típico de la religiosidad post-tridentina, unía en una sola orante ge- nuflexión al fiscal y al defensor de las Américas, al ex-luterano ex-calvinista y al nieto del judío quemado por la Inquisición. T ú , que eres la estrella que guardas a los e r r a d o S, Amansa mi querella, e perdón de mis pecados T u me gana, e olvidados sean por tu mesura, E me lieva aquel altura do es el plaser entero 77. 16.-La In,maculada Concepción y la fam.ilia Pinelo. Si recordamos que también la primera publicación de Antonio de León 76 Lima Fundada, VI, 26-8, y n. 23. La mención de Peralta y Barnuevo refrescaba la mem,uria de la fiesta. Tres años más tarde, el dr. D. Alonso de SALAZAR y ZEVA- LLOS, al publicar las Constituciones y Ordenanzas antiguas.. .de la Real Universidad. . . de San Marcos (Lima, 1735) recordaba la especialísima devoción de la Universidad por la Inmaculada, "Ardor, que en la ocasión del último Breve Pontificio expedido á favor de este Mystcrio creció á gloria, en la Festiva Pompa con que solemnizó V. S. (Claustro de, 13 LIniversi2:ad) un triumpho, que hallá en la Eternidad vive pared en medio de la F é * ( *Añ o de 1656), Comparsa (Máscara llaman comunmentt) á que solo fal:aron Seraphines: porque sobraron Héroes; y asistieron Luzeros, porque se subrogaron en los lucimientos. Pre- ciso era que la Naturaleza vencida en la grandeza fuesse symbolo de la humanidad supe- rada en la Gracia" (últimas páginas, n-n., de la Razón Histórico-Dedicatoria; un poco más allá se alaba a Peralta y Barnuevo). Y en los Fasti Academici, o sea en el Catálogo de los Rectores, que se encuentra al fin de la obra, nuestro Don Diego es mencionado, no por su reforma de los cursillos (sobre la cual, v. la nota en 13s mismas Consfiluciones, c. 50 v j , sino porque durante su rectorado "decernitiir Triumphalis Personata Pompa festiva incessu Mysterio Concepiionis Deiparce". El cronista contemporáneo MLIGABLIRU se limita a re- latar (o. c., 1, 41-2) que en la "mascarada de la Uciversidad" tomaron parte seis grandes carros alegóricos y mrís de 1.500 personas, "las mil de cran lucimiento y galas y Iss 500 de redículo"; y que resultó tan bien que el Virrey pidió el bis para el día siguiente, 15 de diciembre de 1654. V. también VARGAS UGARTE, R., Historia del Culto de María, cit., 110. 77 Pero LOP EZ DE AYALA (1332-1407), Cantar a la Virgen María. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945
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