Fénix 2, 188-231

DIEGO DE LEÓN PiNELO CONTRA JUSTO LiPSIO 227 tilidad, a quien injustamente llamó barbaria (sic) l ~ t s t oLipsio en e4 lib. 126 de su Lobayna, por no aver visto lo que de su policia y artes escribieron el erudito P. Joseph de Acosta y Garcilaso Inga" ". A fin de no citar, como habría sido su deber, al refutador limeño de Lipsio, vivo todavía, y justa- mente por ese entonces nombrado Rector, el P. Bernardo de Torres evoca y moviliza las sombras del P. Acosta y de Garcilaso, olvidándose, por lo de- más, que Ia primera parte de los Com.entarios Reales sólo fué impresa en 1609, cuatro años después de la publicación del Looaina! Una generación ,más tarde, Francisco Antonio de iMontalvo -en tanto recuerda varias veces a Antonio de León Pinelo (pp. 90, 94, 430, 441, 538) , y también a Juan Rodríguez de León (p . 95-6), y hasta al padre de ellos y de nuestro Diego, Don Dieyo López de León (p . 403, 427) ,--- ignora completa- mente a Diego de León Pinelo, que, sin embarco, en Lima debía ser el más célebre de la familia; que además había ensalzado a la Universidad de San Marcos, a la cual Montalvo dedica más de tres coliimnas; que había impreso en Lima todas sus obras; que fué el primero en exaltar la civilización del Nue- vo Mundo parangonándola al Sol, que da liiz a todos los mortales; y que te- nía, pues, más de un título para ser mencionado por lo menos en el Sol del Nuevo Mundo ( R o ~ a , 1683), entre las filas de aquellos "varones ilustres", de aquellos "Escritores Regulares, y Seglares que han. florecido en el Perú", y a quienes el prolijo Montalvo pasa revista orgullosamente para demostrar la madura inteligencia, la opima cultura y la fecundidad de ingenios del Nue- vo Mundo. Paz Soldan en 1879 citaba imperfectamente el título de la obra, sin in- dicar ni siquiera el áutor "8; y René Moreno, en 1896, se limitaba a mencio- nar esta "por todo extremo rarísima obra", que no parece haya podido ver. También se diría de segunda mano, y por cierto es imprecisa, la descripción de J. Toribio Medina. Menéndez y Selayo la menciona, en una nota a pie de página, como fuente para la historia de la Universidad de San Mar- cos ". Riva Agüero, en otra nota a pie de página, da una exacta, pero bse- Q V P I N E L O cubre de cumplidos a Juan de Rivera (Hypomnerna, p. 71). Juan de Ri- vera cubre de cuinplidos a Pineio (aprobación del Hypomnerna). Fray Bernardo de Torres cubre de cumplidos a Pinelo por haber cubierto de cun~plidosa Juan de Rivera. ¿NO pare- ce estar viendo a aquellos dignos caballeros hacerse reverencias recíprocas y ceremoniosos saludos, coronándose por turno, cuai si danzaran una pavana académica? " O. c., 1, c. xxxiv, p. 201. Nuevamente, la Universidad de Lima es citada, pocas líneas más abajo, junto a las más ilustres de E u r o p . Pero más amena y detallada es la descripción del Colegio de Szn Ildefonso, y de sus estudiantes, que afrontan tanbas "exáme- nes horribles" (ibi, 220; cfr. tambi6n en Biblioteca de Cultrlta Peruana, París, 1938, IV, 298-9). 9s PAZ SOLDAN, Mariano Felipe, Biblioteca Peruana, Lima, 1879, p. 512, n. 85. " MENENDEZ y PELAYO, M., Antología de poetas hispano-americanos, 111 (Ma- drid, 1894), cci, n. 2; Hisf. de la poesía hispano-americana, 11 (Madrid, 1913), 184. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945

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