Fénix 2, 232-248

Por ANDREW D. OSBORN La revista norteamericana de estudios bibliotecarios " T h e Libra- ry Qriarterly" ha venido publicando en los últimos años una serie d e esfrtdios sobre el problema de la catalogación. E n dicha serie, "Crisis en la Catalogación" por Andretv D. Osborn, tiene un lugar inicial, porque es, en gran parte, en afirmaciones LJ pregunfas allí planteadas donde tienen su punto de p r f i d a los demás artículos. Nuestra revista ha hecho una gestión especial ante los autores y el editor, obteniendo así la auforización legal para la tradrrcción y re- nroducción d e la serie. L Podrá refutarse, en contra de este esfuerzo de divulgación, que en los países hispanoamericanos en general, el movimiento en pro d e ía rscnica bibliotecaria está todavía muy en sus comienzos para poder entender o aproneclzar de los debafes que surgen en Estados Unidos acerca de problemas derivados precisamen:e de la rnadtzrez y desarrollo adqurridos por dicha técnica. Aquí donde hay muy con- tadas bihliofecas que tienen el concepto d e la moderna cafaloga- ción, donde suelen aún imperar sisteinas primitivos o absnrdos o sim- plemente el puro desorden, donde, con característica soberbia, no fal- tan los bibliotecarios aue se lanzan a estas tareas sin la nrenaracion L t conveniente o sin los instrumentos de trabajo más elementales o que pretenden inventar reglas propias desdeñando la experiencia de los deniás, podria parecer absurda la presentación de trabajos como el del señor Osborn. N o es esa nuestra opinión. Debemos, por cierto, iniciar i1 pro- seguir una campaña d e desanalfabefización bibliotecaria en nuestros países, inculcando en los gobiernos, Universidades, cole,gios, buró- cratas, bibliotecarios mismos y aíln en 13 opinión pública en gene- ral, dentro de un concepto misionero, la "conciencia" de lo que de- be ser una biblioteca moderna ri la irreenzrilazabíe necesidad de una adecuada preparación para trabajar en ella. Pero debernos, al inis- mo tiempo, estar alertas pílra no repetir los mismo:; errores, para escapar en tos mismos peligros, para superar las mismas deficien- cias que afrontaron quienes nos preceden en este campo cultural. Ha y zrna ventaja qrze poder?zos recoger de nuestrs incórnoda situa- ción proveniente de llegar farde a2 concepto d e la biblioteca como materia de una ciencia esp;rcial; IJ consiste en la posibilidad que te- nemos para recoger inteligentemente las lecciones d e la experiencia de otros. Nruestra historia bibliotecaria no puede consistir en un etn- nezar de nuevo, íntegramente y sin atenuantes el camino desde el principio. Debe ser, más bien, un proceso de adaptación y no de Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945

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