Fénix 2, 232-248
Es difícil sistematizar la catalogación de acuerdo con la teoría pragmá- tica. En primer lugar, reglas y sistemas deben ser planteados según !os di- ferentes tipos de biblioteca. Allí donde el código legalista probablemente propone una regla uniforme, ignorando neccsidades específicas, o tiecde a una generalización sea o no adecuada, la teoría pragmática insiste sobre las necesidades particulares de los diversos tipos de biblioteca. La biblioteca escolar, la biblioteca especializada, la biblioteca pública popular, la biblioteca de consulta, la biblioteca de los "colleges" l1 y la universitaria, todas tienen distintas necesidades y uniiormizar su catalogación constituiría un error muy perjudicial. Han existido tendencias a la generalización tales como el códi- go de catalogación de la A. L. A., el uso de las tarjetas de la L. C., el desa- rrollo de los catálogos colectivos l' y la enseñanza de la catalogación en es- cuelas bibliotecarias. Esta generalización ha sido buena aunque sólo en par- te. Por ejemplo, todas las bibliotecas pueden y deben usar las tarjetas de la L. C., no necesariamente todas las existentes aunque sí algunas, pero ello no implica que tales bibliotecas deban adoptar otras normas de la L. C. que aquéllas convenientes para su tipo especial de institución. El sector más olvidado en catalogación es la biblioteca del "college". El último informe anual de la L. C. demuestra que los mayores consumidores de sus tarjetas son las bibliotecas de los "colleges" porque más de la mitad de las vendidas por el departamento correspondiente fueron adquiridas por ellas. Sin embargo, el código de catalogación de la A. L. A. de 1908 se redactó sin tomar en cuenta estas bibliotecas. Fué hecho para bibliotecas ,más gran- des, de tipo erudito l 3 y no hubo ni un solo representante de aquéllas en el comité de edición. La binlioteca del "college" ha juzgado oportuno usar las tarjetas de la L. C. y seguir el código de catalogación de la A. L. A. E.xis- ten muchas bibliotecas de "college" y en cambio, son relativamente pocas las eruditas. Se debería por consiguiente prestar más atención a estas numero- sas bibliotecas y ellas, a su vez, deberían exponer sus necesidades con más frecuencia. La lista de epígrafes o encabezamientos de materia de la A. L. A. ofre- ce un estudio interesante desde este punto de vista. Fué uno de los esca- sos instrumentos de trabajo creados pare las bibliotecas medianas. Su buen resultado y la satisfacción que cada cual experimenta al emplearla parecen indicar que tal vez este tipo de biblioteca podría ocupar un lugar muy im- portante en la elaboración de los métodos de catalcgación. La lista en cues- tión ha muerto y no debe revivir, pero sil significado no debe ser olvidado. Es posible que otros instrumentos de trabajo sean creados teniendo en con- sideración los intereses de las bibliotecas .medianas; tal vez este tipo de bi- l1 El "College" es una institución en la que se imparte una enseñanza equivalente a los doa primeros anos de Letras y Ciencias de nuestras universidades, es decir, el bachille- sato. (N. del T.). l2 Llamase caiáiogo colecfivo a la reunión en cn solo catálogo de los asientos ole 'obras d e varias bibliotecas. (N. del T.). ' 3 Catalog rules (Chicago, American Library Association, 1908), p. VIII. (N. del A.). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945
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