Fénix 2, 312-352

LA BIBLIOTECA NACIONAL DE LIMA 1941-1945 31 7 T a n sólo como ejemplos aislados acerca de ía magnitud de la contribu- ción argentina, cabe señalar ciertos aportes de diverso carjcter. E.n uila ce- remonia que tuvo lugar el 11 de setiembre de 1943, cl Encargado de Nego- cios de esa República en Lima hizo entrega de una joya bibliográfica que an- tes perteneciera a nuestra Biblioteca Nacional y que Eué adquirida en CUe- nos Aires: la obra "Hymnorum Recognifio" de Antonio de Nebrija, edición de 1557. La Cámara del Libro Argentino entregó a la Embajada peruana en Buenos Aires dos mi1 vo!úmencs recolectados entre los editores agrupados en esa asociación. Los donativos de las Universidades de Buenos Aires, Ea PPa- ta, Rosario, Córdoba y Tucumhn tarnbión tuvieron importante significación, asi como los de la Academia hTacional de la Historia, la Academia Argentina de Letras, la Comisión Protector2 de Bibliotecas Populares, el Instituto San- martiniano, etc. El directo:. de la Biblioteca Nacional dc Buellos Aires, se- ñor Martínez Zuviría, ha anunciado que s o ~ ~ diez mil los volúmenes reunidos para ser embarcados en su oportunidad al Perú. El Archivo General de la Nación ha estado enviando copias mecanográficas de documentos conexos con la rebelión de Tupac Amaru. La colaboración boliviaca para la nileva Biblioteca Nacional pasó por di- versas etapas. En un =omento ;nicial, que tuvo su episodio culminante en la visita del profesor ia/aanuel López Rey con un grupo de estudiantes de la Uni- versidad de La Paz a Lima, en el mes de Diciembre de 1943, dicha colabora- ción tomó promisora magnitud. Luego, al producirse una nueva situación po- lítica, que los países americanos tardaron en reconocer, lógicamente disminu- yó su intensidad. Sin embargo, aparte de la mencionada Universidad, se han hecho presentes otras entidades educacionales, singularmente la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca y diversos particulares, entre ellos don Francisco Casanovas, socio de la Librería Arnír Her-manos de La Paz. La sección brasilera de !a nueva Biblioteca es, ya en este instante, supe- rior a la que existía en el inomento del incendio. No sólo la cantidad sino la calidad de 10s volismenes enviados por la generosidad de ese gran país, los convierten en exponentes dignos de una actividad intelectual y editorial que bien merece ser mejor conocida. Se han destacado para lograr tan rápido y certero éxito, el Instituto Nacional del Libro, los Ministerios de Relaciones Exteriores y Educación, ei Museo Nacional, la Asociacien Brasilera de Pren- sa, diversas instituciones y no pocos articulare es. Falta ahora que en un fu- turo próximo los libros Drasileros de la Biblioteca de Lima, continúen al día. Entre los donativos de Colombia, destácanse íos de la Biblioteca Nacio- nal de Bogotá, la Academia de la Historia, la Universidad Católica Boliva- riana. En Cuba la acción pro-Biblioteca Nacional de Lima tuvo contornos ex- cepcionalmente simpáticos. Fué encabezada por don Emilio de Soto, de l a Sociedad de Bellas Artes, y don Félix Lisazo, de la Secretaría de Cultura. Se organizó a fines de Noviembre y principios de Diciembrc de 1943 una "Seinana Peruana" con diversos actos de carácter intelectual. En la "Feria Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.2, enero-junio 1945

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