Fénix 20, 3-22
CULTURA ANTIGUA DEL PERU 15 produce la conquista española y luego resulta tan problemático determinar las dificultades y grados de integración de ambas culturas o la asimilación de la abo– rígen por la europea. La alfarería, desde su apancion en el área ca-tradicional, es el principal asidero para la diferenciación de las diversas fases de la Cultura Peruana Pre– hispánica. Nada preocupa tanto a los arqueólogos como el estudio de la ce– rámica, al extremo de que los demás aspectos de la cultura han quedado sub– ordinados, absorvidos si se quiere, por el interés ceramográfico. Una especie de deformación profesional ha llevado a los arqueólogos a explicar el proceso del cambio y desarrollo culturales exclusivamente en función de la cerámica; de está manera se habla de horizontes "Blanco sobre Rojo", "Negro sobre Blanco", "Negativo", etc.; los límites cronológicos y espaciales de los diferentes períodos han sido definidos de acuerdo con los restos de la alfarería encontrada; nume– rosas "culturas" han aparecido en los lugares donde se ha recogido una cerámica más o menos original. Deja la impresión de que el hombre andino sólo hubiese existido para fabricar huacos y que sus modos de vivir y todas sus realizaciones hubiesen estado sometidas a la decoración de los mismos. Es cierto que las va– riaciones de formas y estilos reflejan de alguna manera los cambios culturales, pero no necesariamente expresan la naturaleza de las transformaciones sociales y estructurales de los grupos; los rasgos y patrones estéticos, como la moda, pueden permanecer estables mientras se producen variaciones y cambios socia– les notables y, viceversa, pueden modificarse y hasta desaparecer en tanto los pueblos mantienen durante algún tiempo otras formas tradicionales. La excepcional riqueza alfarera de los antiguos peruanos, el sentido ex– trautilitario con el que fabricaban las piezas y la falta de evidencias documen– tales más perfectas, son las principales razones por las que se ha convertido la cerámica en el elemento primordial de juicio y base de la determinación de fases y etapas culturales; sin embargo, detrás de las formas de cada huaco, las in– cisiones, decorados y engobes, se esconde el secreto de un contenido humano mucho más hondo y significativo, mucho más valioso y trascendente. Podemos apreciar el arte de la cerámica antigua del Perú en muchos de su aspectos, po– demos analizar sus particularidades y admirar sus formas, pero tal vez nunca ne– guemos a saber qué es lo que sentían y creían los ceramistas cuando fabrica– ban sus piezas. ¿Qué significado tenían para ellos? ¿Cuál era la verdadera fun– ción social que estaban destinadas a cumplir ... ? Los yacimientos de Guañape, Huaca Prieta, las Haldas y Chira VIlla, en la costa, y Kotosh en la sierra, son los lugares más señalados para el estudio de la transición de la fase precerámica al período inicial de la alfarería en el Perú. El problema de su conocimiento, de si surgió por evolución o si es el resultado de la difusión -que parece hasta ahora 10 más probable por las fechas mucho más tempranas que se tienen en Colombia (Puerto Hormiga 3,500 A. C.) y Ecuador (Valdivia 2,500 A. C.)- sigue aún en pié por falta Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970
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