Fénix 20, 3-22
CULTURA ANTIGUA DEL PERU 9 trajo consigo la independencia de las diversas regiones y, consecuentemente, el robustecimiento de sus tradiciones propias. Este hecho se puede tomar como punto de partida para señalar el advenimiento de un nuevo período cultural en el que se desarrollan importantes estados. Los más caracterizados son: Chimú, en la costa norte; Cuismanco y Cajamarca en la sierra norte; Chincha, en la cos– ta sur; la Confederación Cuzqueña (Quillque, arqueológicamente); y otros di– versos reinos en la sierra central y en el Altiplano; Wancas, Pocras, Chancas, Kollas, Lupacas, etc. El reino de Chimú en sus momentos de mayor expansión llegó a com– prender todos los valles costeños del Norte, desde Tumbes hasta Carabayllo, y se alió en la sierra con Cajamarca y Cuismanco, que parecen haber sido tam– bién estados poderosos; Chan Chan, la ciudad capital, con sus calles rectas y bellos jardines entre los edificios y palacios adornados con maravillosos frisos en relieve, es un magnífico ejemplo de urbanismo. Hermosa e importante ciu– dad, cuyas ruinas cubren una extensión de más de veinte kilómetros cuadrados; altas murallas divisorias separaban diez grandes unidades rectangulares, con sus respectivas calles, plazas, casas con techos de dos aguas, depósitos de agua, pirá– mides y otras instalaciones propias de un gran centro metropolitano. Sin em– bargo, Chan Chan no fue la única ciudad del reino, pues en cada uno de los va– Hes se encuentran ciudades parecidas. Pacatnamú y Purgatorio son, por ejemplo, dos de estas poblaciones, aunque bastante más pequeñas. La producción no fue, como en épocas, anteriores, para la clase privile– giada sino que se repartió entre todo el pueblo. Hay un rasgo que sorprende, y es la igualdad de la mujer. Es probable que los incas adoptaron de los chi– mús el sistema de gobierno a través de una nobleza hereditaria local, lo mismo que la planificación de las ciudades, el sistema de chasquis, empleado ya por sus antecesores los mochicas, la producción en masa, ciertas técnicas de la metalur– gia y el refinamiento de los tejidos de plumería. Los hombres de Chimú fue– ron excelentes ingenieros y artesanos de asombrosa habilidad. La conquista incaica tuvo lugar entre los años 1462 y 1470. El esplendor de Chimú desa– pareció con la conquista española, pero sobreviven todavía sus descendientes en los mismos valles y aún quedan vestigios de su magnificencia. Chan Chan, otrora activa y bulliciosa ciudad, llena de gentes atareadas, con algarabía de niños y preocupaciones domésticas, yace ahora arrasada, espectral. Ha desa– parecido ya su lengua que hasta hace unos cincuenta años la hablaban algu– nos ancianos, pero queda una gramática y vocabulario que conmpuso en 1640 el cura de Reque don Fernando de la Carrera. La formación del Imperio de los Incas y su expansión militar trajeron co– mo consecuencia la unificación cultural de casi toda el área ca-tradicional. Si bien es cierto que los conquistadores Incas aprovecharon las ideas y algunas insti– tuciones de los pueblos que les precedieron, crearon, sin embargo, muchos orga– nismos originales, adaptándolos maravillosamente a las necesidades que surgían de la mecánica de 5U expansión y dominio. Lo más significativo fue la orien- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970
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