Fénix 20, 31-73

RELACION INEDITA DE PEDRO LOPEZ 39 canoas para subir el rrio arriba, por donde van al Nueuo Reino, el qual se llama el rrio de la Madalena. Púsole este nonbre don p'! de Eredia, porque tal bíspera lo descubrio don Al9 de Heredia, su hermano. En este rrio se na– vega por él duzientas y cinquenta leguas en estas canoas, las quales son hechas de un árbol grueso liviano que se llama zeiba, que da una fruta de manera de moras, el qual cortado le sacan el meollo de dentro y lo hazen como una artesa, sin mas clavazón ni brea ni otro ynstrumento y echan al agua. Son algunas q' lleuan veinte bogas y otras veintizinco más o menos, conforme como son. Navegan el Rio aRiba seis leguas y más, como vienen las corrientes. Este rrio es grande y muy ancho; ay mucho pescado: muchos machetes, muchos sáua– los, bagres y otros jeneros de pescados, que los naturales los toman con fazilidad. Puédese ir gran parte del camino por las plaias, en las quales ai caza en los bosques de pavas, paujis, ques mejor que la pava; ai saluajinas: javalis, urinas, dantas, que son como bezerros; en las plaias muchos güeuos enterrados en la arena de yguanas y chicoteas y lagartos, los cuales los hindios hallan que son buen sustento, ansí para ellos y como para nosotros. Tienen desaguadero y con– trario todas estas cosas con otras que Dios dio en aquel rrio, las quales son pla– gas que Nro. Señor echó. En aquel camino ai lagartos, caimanes que no per– donan cosa viba quen el agua hallan; ai tigres por tierra que al que hallan descuidado se lo matan y comen; son más maiores q. los destas partes, del ta– maño de leones. Ai hormigas caribes y mosquitos que dan gran pena, ansí de noche como de día, y otra cosa que más pena a mí me dava en este viaje, heran aves que de hordinario yuan sobre nras. canoas que quitavan el sol con un rruido estraño. En este rrio ai poblados zinco pueblos despañoles con– quistados por don Pv de Heredia y por el Capitán Manjares; biben miserable– mente por ser los indios pobres y no alcanzar hora. En muchas partes dél sa– len hindios de guerra y si topan una canoa o dos dan sobre ella y si no hallan defensa la saquean y rroban. El prinzipal de los pueblos se llama la ziudad de Monpós, questá situada sobre la barranca del rrio; los abitantes della andan sienpre malsanos, con muchas llagas en las piernas. Aquí se coje la buena zar– zaparrilla. Los hindios comarcanos desta ziudad andan desnudos; comen carne umana, tienen yerua con que pelean con flechas y lanzas; es jente belicosa; hánse rrevelado muchas vezes y muerto muchos españoles. De aquí se va a Tamalameque, la qual ziudad pobló el capitan Franco. Enrríquez, el qal. traiendo a su mujer desposado con ella, una mañana avién– dose adelantado como dos leguas de nosotros la tomaron los indios; venía en un uergantín y nosotros en canoas, y como el uergantín era más pesado y ca– minaua menos, de hordinario le echáuamos dos y tres horas adelante por las mañanas y ansí esperavan al Capitán y a los demás que con él yuamos. Los yndios de la Sierra de Banda, como hallaron el vergantín solo, contentáronse con aquella poca presa y lleuaron biba a la mujer del Capitán y a su madre y a una otra española que con ellas yua. Después, en la conquista, yendo en su alcanze por tomaIles la presa hallamos muerta a la madre; otro dia, a las nueve horas, a la bajada de un sierra de monte hallamos la otra colgada de los cabellos Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970

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