Fénix 20, 31-73
40 FENrx que avría, segun ella dijo, dos horas/ o más que la auían puesto allí y nos dijo que por señas la auian dho. los yndios que no los siguiésemos porque mata– rían a la mujer del Capitán, la ql. hera una portuguesa, hermosa muchacha. Con todo esto seguimos el rrastro de la jente y en el peñol de Bonda nos hizie– ron rrostro, la qual subida no se pudía hazer sin mucho rriesgo, porque tenian muchas galgas y piedras menudas con que nos defendian la subida; el Capitan con algunos soldados rrodeó el peñol y parezióle que por una rachilla de la una parte podíamos subir. Aquella noche mandó a un caudillo suio llamado Luis de Narbaiz, que con treinta soldados subiese por aquella subida que a la vista parezia fázil y era trauajosísima de subir. El Capitán hizo acometimien- to a la media noche de querer subir al por donde el dia antes avia- mos acometido. Con este acometimiento entendiendo los yndios que por allí les queríamos entrar la tierra se descuidaron del paso por donde con . dellos subimos. Enpezamos la subida a la misma hora quel Capitan Franco. Enrríquez acometio por la otra parte; tardamos en subir dos millas que podría aver de subida hasta el alua y a gran ventura acábanla de subir antes del dia por .... ellos amaneziera y fuéramos sentidos o vistos no escapara hantes de nosotros por ser la subida tan peligrosa como hera, de suerte que puestos en lo alto por la horden que los dhos. Capitán y caudillo auian conzertado, acometi– mos a los enemigos, y fué gran yerro acometerlos antes que fuese claro, por– que tuvieron lugar de podernos llevar del fuerte a la mujer del Capitán sin la poder oir ni socorrer. Hiziéronnos rrostro un rrato; defendiéronnos las casas o Ramadas q' tenían, en el qual tiempo nos llevaron la presa que ivamos a buscar y el Señor se nos escapó con ella. Yo entré después del desbarate en una de aque– llas casas pensando estar en ella y otros soldados conmigo y hallamos la cama donde avia dormido y un faldellin de grana suio y una escofia o garuin. Hizi– mas alto rrequiriendo el caudillo siguiésemos el alcanze hasta quel Capitán Franco. Enrriquez llegase, el qual despues que llegó le peso grandemente porq' no los aviemos seguido. A este tienpo ya auía salido el sol y avia hora y media que avia pasado el desbarate. Tomándose lengua de algunos indios que por alli se tomavan los quales nos dijeron ser adonde el Sor. y . muy trabajosa de muchas montañas y rrios; con todo esto seguimos el ataque hasta . . . y llegamos a un Rio grande que se llama el rrio . Capitan de poder cobrar a su mujer porque hallamos rrastro de canoas que avian estado varadas en tierra, el rrio hera grande y ningun jenero de herramientas para hacer balsas ni canoas teníamos y ansí por esto como por ser la tierra tan zerrada y el rrio aquellas tierras y no tenia plaias por do poder caminar, nos fué forzoso bolbernos; bolvimos a Ta– malameque adonde a cabo de poco tienpo murió dicho capitan Franco. Enrri– quez, por cuia muerte se acabó la guerra que contra el Señor . . . . . . .. se hazia ............... hasta oi por la mujer del dicho Capitán. Desta ziudad de Tamalameque se va al Puerto de los Reies en el qual ai de algunos españoles que biben de alquilar canoas de trato que bajan con ellas por mercadurias a Cartajena y a Santa Marta; ay dendeste Puer- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970
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