Fénix 20, 31-73

RELACION INEDITA DE PEDRO LOPEZ 63 nosotros estávamos dentro y descuidados quen todo aquel dia no pudíe llegar el enemigo. Llegaron nros. corredores, avisaron al Visorrei cómo el tirano venía por el valle de Añaq uito legua y m:¡l de la ziudad; salimos con nro. canpo al encuentro a rrezibille. En el mismo valle, dos millas de la ziudad, nos en– contramos el un canpo con el otro; llevaua el Visorrei zien arcabuzeros y el tirano quivs. De la p:¡l rruziada que nos dieron no quedó casi jente de la nra. a caballo, entre los quales murió el Visorrei Blasco Nuñez Vela y otros muchos. [La batalla] fue rreñida; duró dende las doze del dia hasta las tres horas de la tarde; lleuamos lo peor. Fuimos tratados los rrindidos como si estuviéramos en tierra de moros u con otra jenerazion que no fueran españoles. Allí dió paga el tirano a sus soldados: dióles a duzientos y a trezientos ducados de hora en polvo; vi a algunos soldados q' lo echavan a bolar diziendo pese a tal por qué nos a de dar tan poca paga. En este tienpo llegó el Maestre de Canpo Caravajal con tanta vitoria como su jeneral: avia desbaratado a DiQ Zenteno y avido gran despojo. Llegó con trezientos honbres; acordaron de se ir todos a la ziudad de los rreies de donde avian salido; dexaron por Justizia Maior en su nonbre al Capitán PQ de Puelles, el qual después de salido el tirano le mataron los servidores del rrei alzándose en servizio de su Mt. Fue avisitado (sic) Gonzalo Pizarro que Su Mt. abia proveido al Li– cend? PQ Gasea para el Perú y que venía con jente de guerra contra él, el qual se aperzibió ansí por mar como por tierra; ynbió al Jeneral PQ de Inojosa y al Capitán Melchor Verdugo y al Capitán Ju Q AlQ Palomino con quivs. hon– bres a Panamá a rrezibir la jente del rrei y q' les estoruase el paso y les quema– sen las naves que hallasen en el puerto porque no pudiese pasar jente contra él de España. Ansí lo hizieron: llegaron al puerto de Perico ques una legua de Panamá; hallaron en él seis naves quel Presidente ter (sic) Gasea tenía aper– zibidas p:¡l pasar al Perú con su jente. Con su llegada del Gasea y del Jeneral y nojosa tuvieron algunas demandas y rrespuestas en las quales se vieron el Presidente y el Jeneral. El Presidente Gasea le mostró los poderes que de Su Mgd. Ileuaua y los perdones y firmas en blanco p:¡l hazer las mds. quél quisiese, el qual como las vió y conozio el yerro con que avia andado y andava, entró en consulta con sus capitanes y fueron de parecer le diesen larmada y se rredujezen al rreal servizio. Hiziéronlo ansí: una mañana amanezieron las naues quitados Jos estandartes y vanderas del tirano y puestos los de Su Mt. Ansí le entregó las naves y armada q'n su poder tenía. Uva gran rregozijo y alegría en la ziu– dad de Panamá. Llegó en este tienpo el Licendo. P9 Ramirez de Quiñones de Nicaragua, con quivs honbres en servizio de Su Mí. De aquí despachó el Pre– sidente Gasca a la Governazion de Velarcazar, avisar al Gouernador de su ida y questuviese a punto con la más jente que pudiese. Este Presidente Gasea sienpre fué, después quentró en el Perú, de bue– na fortuna. Ansimesmo, por algunas personas amigas dél, Pizarra fué avisado del suzeso de su harmada. Aperzibióse de artillería y jente para le rrezibir y Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970

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