Fénix 20, 31-73

RELACION INEDITA DE PEDRO LOPEZ 33 de fletamos entre otro cavallero y yo, una fragata que nos costó, hasta Cartajena. quc son sesenta leguas más o menos, ochenta ducados, lo qual tuvimos por bien, por no hazer noche en tan mala tierra, la qual es de cálida, que si oi en– tierran un onbre y de oi en ocho días abren la sepultura para echar otro, no hallan güeso ni pelo dél, Es en estremo enferma y ansí, sino es quando las armadas llegan al Puerto, está casi despoblada; esta es navegazión y camino forzoso porque de ninguna manera se puede pasar a Perú mercaduría sino es por este pueblo. Enbarcámonos en la fragata y otro dia al salir del sol aviendo caminado casi la mitad del camino de las hislas de Catiua nos salió una lancha de hingleses lu– teranos, la qual nos puso en aprieto de dejar las aziendas y aun las vidas. Fui– mos socorridos de un galeon de P9. Melendez que andaba en busca de los cor– sarios. La armada estava en Cartajena esperando la plata de Su Mt. Desta ziudad del Nonbre de Dios se va para hir al Perú a la ziudad ele Panamá que ai diez y ocho leguas del más mal camino questá descu– bierto. Aquí tiene Su Mt. Audiencia rreal de Presidente y Oidores y un Alcalde ele Corte; es buena ziudad, sana; ai en ella muchos vz9., ansí mercaderes co– mo otros jéneros de jentes y la maior parte son mercaderes y tratantes, porque aquí no ai entradas ni guerra, sino es algunos negros alzados del servizio de sus amos y para estos, de ordinario andan dos o más capitanes ton soldados, asegurando los pasos. Aquí a esta ziudad llegan los navíos (le la ziudad de Los Reíes y de las demás ziudades y puertos, con mercadurias de harina y carnes y frutas y otras cosas de que carecen los de la tierra y cargan las naves de mercadurias de España, paños, sedas, lienzos, vinos y otras cosas que de Espa– ña van. Ay muy pocos yndios naturales; aquí se sacan muchas perlas y muy bue– nas; ai cuadrillas de negros que las sacan y algunos yndios. Creze y mengua la mar en esta ziudad y puerto más quen ninguna parte que se aia visto del Pe– rú: llegan las naves con la creziente hasta dentro la ziudad y quando vazía quedan las naves en seco, que con más de media legua no llega ningun jéne– ro de agua a ellas y se pasean las jentes por entre las naves. De aquí se va a la parte o partes que los pasajeros quieren, ansí a Nicaragua como a Perú y otras muchas partes. El prinzipal camino para el Perú es la navegazion a Paita: puerto de mar. Antes deste ai otros que muchas vezes quieren los maestros de las naves rrecojerse a tierra por tormenta o nesezidad, el qual ai uno que se llama Santa Elena; aquí se saca la brea y se proven muchas naves pa aderezallas. Zierto es cosa muy de ver quen qualquiera parte cavando hazen un pozo de tres o más estados y con zierto artifizio que los yndios tienen, hazen esta brea con mucha fazilidad. En esta isla uvo jigantes y se ven casas grandes y edifizios que hizieron espezial un pozo de mucha altura, el qual se entra por escalas como de y los pasos uno de otro un estado de honbre de ocho pies. Sus güesos de gran grandeza y en sus casas y edifizios parezen ser hon– bres de grandes fuerzas. Fenezieron todos. Dizen los naturales queran todos Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970

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