Fénix 20, 31-73
RELACION INEDITA DE PEDRO LOPEZ 35 daña le rrespondió que por ninguna cosa dejaría de ir a dar cuenta al Gouer– nadar Lope Gra. de Castro de su desbarate y lo en él suzedido, y ansí no tUV0 cfeto. Trajo a Su Mt, quiss. firmas de quivs, honbres que se profirieron hir con él a la conquista, las qales. dió a Su Mt. eon la rrelazion que de la tierra traía. No estava proveído aurá ocho meses. Créese se la dará Su Mí. porq' la mereze y está rnui quisto de los soldados que eon él fueron. Ansí q' no se a podido saber ni descubrir en qué parte o tierra habitan estos jigantes, ni se tiene dellos más noticias de la que dha. tengo. Al Puerto de Paita que atrás dije llegavan los navíos que a Perú van. Se desenbarcan muchos por hir enojosos de la mar y se van por tierra, y las mercadurias se van en los navíos y algunos pasajeros que no tienen la como– didad ques menester para hir por tierra, vánse de puerto en puerto, aunques travajosísima navegazión, Suelen tardar zinco y seis y ocho meses en subir den– de Panamá al Callao, puerto de la Ciudad de los Reies, que serán ochozien– tas leguas. Los que van por tierra toman cavallos y rrefresco en este pueblo y puerto de Paita,el qual pobló don Hurtado de Mendoza, Visorrey que fue en aquellas partes. El puerto es de los mejores q' ai en esta costa del Sur. Aquí se pierde el norte y se navega por el sur, q' pareze muy vajo y ansi como se va caminando hazia el sur va mas descubriendo en Chile hasta casi a medio zielo, que son novezientas leguas, en las quales hazen esta diferenzia: el norte y el sur por donde se entiende ser la tierra muy más alta questá. Desta ziudad dha. De Paita se va a la ziudad de La Zarza, que por otro nombre se llama San Migel (sic), la qual está quarenta leguas desta; es tierra enfermísima, espezial de ojos, que an perdido muchos las vistas en ella; es cálida en demasia; ay muchos injenios de azucaro Poblóla el Capitán Mercadillo por mandado del Presidente Gasea. Es tierra de poca agua y muchos arenales. Está mal po– blada a causa de lo dho. Es jente, los naturales della, de más labor que guerra; andan vestidos; llámanlos Yungas. Ai algun hora; tienen patos y algunas ga– llinas de la tierra. Estos yndios solían antiguamente criar perros para comer, porque otro ganado no lo ai, ni lo puede aver. Este que digo es uno de los dos caminos que se puede andar todo el Perú; llámase este el camino de los Llanos, que se va por él hasta Chile prosi– guiendo sienprc la costa [y] no se apartando de la marina jamás. Diez leguas desta ziudad de La Zarza se va a la ziudad de Trujillo, la qual pobló el capitán Diego de Mora. Ai ochenta leguas de camino, todo are– nales, aunque poblado de indios; ay algunos valles frescos, muchas frutas y pes– cado y algunas aves. Esta ziudad de Trusillo está tres leguas de la mar, en la qual de hordinario ay quatrozientos [ó] quinientos honbres. Anse hallado muchos enterramientos y sepulturas; a avido sepultura que se an hallado en ella zien mill ducados, y otras de más, y algunas de diez mili, veinte mill, y hoi día se sacan y andan españoles en conpañias y cuadrillas en buscar dellas y sa– can algun hora. En esta ziudad ay muchos cavalleros prinzipales vzQs. della que biben de los tributos que sus yndios les dan, y tanbién tienen granjerías Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970
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