Fénix 20, 31-73
36 FENIX por mar y cargan harinas y trigo y otras cosas y azúcar y conseruas para Los Reies y para Panamá. Los naturales della andan vestidos. Son diferentes en la lengua de los demás. De aquí se va al Tambo Blanco,el qual está poblado de labradores. Ay otros tres pueblos de españoles en aquellos valles, que biben dc labranzas, los quales labradores llevó al Perú el Marqués de Cañete y pobló con ellos el pueblo de Santa y el de Pacazmaio y el de Guarua (sic) y el pue– blo de Chancai; están en cada pueblo destos zinquenta [o] sesenta honbres; dióles el Marqués susodho. a cada uno de socorro trezientos ducados y algu– nos a quatrozientos y una carreta y un par de bueies y otras cosas nezesarias para la labranza. Toda esta tierra es cálida y ai gran desabrimiento de mosquitos. En todos estos pueblos jeneralmente es la jente natural della puercos: tráense mal ansí honbres como mujeres; biben como saluajes. Su prinzipal manteni– miento es pescado. De aquí se va a la ziudad de Los Reies y en el camino, doze leguas de la ziudad está una Sierra de arena grande, en la qual en zierto tienpo del año produze tanta cantidad de ierua que se sustentan la mitad del año gran parte de ganados de todo jénero, la qual de un rrucío y niebla que de continuo está cubierta prozede este jugo. Dende aquí a la ziudad de Los Reies se camina con algun rriesgo de negros zimarrones que an muerto y matan los españoles que pasan desaperzebidos y a las vezes solos, aunque an hecho y hazen grandes cas– tigos en ellos. Esta ziudad de Los Reies está asentada en un llano Junto a un rrio grande que parella pasa, en el qual rrio se solían ahogar muchos naturales y aun españoles. Y por mí digo que viniendo una tarde a la ziudad en una mula yo y otros quatro soldados, que nos abia ynbiado a llamar el Marques de Cañete, pasando el rrio herramos el vado y nos llevó gran parte del rrio avajo y se ahogó un soldado que se llamaua Ojeda. Yo perdí la capa y arcabuz, y los demás salieron como pudieron, ansí ques rrio peligroso. El Marqués hizo una puente en él, que costó de hechura, solo por la abilidad del maestro, diez y ocho mill ducados, la qual hizo en breue tienpo. Llega dende muy zerca del Palacio hasta el umilladero de la otra parte, en manera que va el rrio casi por el un terzio della. Hizo en esta ziudad el dho. Marqués muchas cosas dignas de memoria, espezial un monasterio de San Francv. cosa muy prinzipal, el qual enpezó y acabó en sus dias, aunque algunas cosas quedaron por acabar. En aquellas partes una obra, por grande que sea, se acaba muy presto, porque de ordinario y como sean obras rreales o mandadas hazer por el que govierna, andan de ordinario quinientos y seiszientos y mill peones, ansí que no es ma– ravilla que una obra se acabe tan brevemente, y tanbién los edifizios y igle– sias no son como el Domo de Florenzia ni como otros tan prinzipales edifizios ni se labra sino es de adobe. Hizo más un espital pa los españoles y dióle rrenta, el ql. espital es el más prinzipal y más neszesario quen todo el Perú ai. Hizo otras cosas mu– chas de gran govierno, aunque fué odiado de algunos, los quales le pusieron mal con Su Mgd. y fue causa que Su Mgd. ynbiase a aquellas partes al Conde Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970
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