Fénix 20, 81-85
EL "DIARIO DE LIMA" 83 sé de Arce -recién nombrado primer Director de la Biblioteca Nacional- y don Manuel Pérez de Tudela refutaron la tesis monarquista en las mismas se– siones de la Sociedad Patriótica, pero la reacción más enérgica provino de una brillante coalición de periodistas que a través de La A beja Republicana y el Tribuno de la República Peruana, respondió con apasionados y vibrantes artícu– los. El verbo cáustico y rotundo de Sánchez Carrión y la pluma inquebrantable de Mariátegui trajeron abajo las ideas monarquistas, derribaron al Ministro Mon– teagudo y, finalmente, lograron contra él un vengativo decreto de proscripción, la primera disposición legal del Congreso. Los periódicos que se publicaron en Lima el año 1822 y que, en su mayoría participaron en la campaña republicana y constitucionalista, fueron los siguientes: La A beia Republicana, de profunda influencia en el pensamiento de esos días, aparecía jueves y domingos en diminuto formato y en él colabora– ron entre otros, Mariátegui y Sánchez Carrión, apareció el 4 de agosto y duró hasta el 7 de junio del año siguiente; El Arbol de la de Independencia, en verso, del cual salió un sólo número sin fecha; El Despreocupado, dirigido por el Español Lazcano en forma de cartas al Virrey La Serna y a los españoles, ma– nifestándoles lo inútil que resultaba sostener la guerra cuando el deseo de li– bertad era general y tan decidido como lo demostraban los acontecimientos; El Triunfo de la Nación, bisemanario, con espíritu monárquico y constitucional, que apareció el 13 de febrero, contiene una serie de artículos interesantes como la protesta del Virrey Pezuela y, desde el número 11 y siguientes, una "Memoria del Estado de la Hacienda en el Perú en 1811" escrita por Salazar y Baquíjano; El Sol del Perú, fomentado por la Sociedad Patriótica, apareció como semana– rio el 14 de marzo y desapareció con el número 10, el 27 de junio, era, según Paz Soldán, el mejor periódico de entonces, el único que informaba con clari– dad y ponderación acerca del estado en el que se hallaba el Perú en 1822; El Brujo, bisemanario libre, muy malo; El Católico, que dirigía don Ramón Riva– deneyra (D. Nomar); El Cometa, sólo se publicaron 4 números y se mani– fiesta en ellos la preocupación por la forma de gobierno que convenía al Perú, atendiendo su estado de ilustración, extensión territorial, etc., y la decisión de que era mejor el republicano; Boletín del Ejército Nacional de Lima, así se denominaba el Ejército Español en el Perú, que la derrota fue llevando a Jauja, Huancayo y al Cuzco y desde cuyos lugares publicaba este órgano oficial; el Correo Mercantil, comercial y político; El Depositario, en favor de los españo– les realistas, redactado por el virulento y cínico Gaspar Rico y Angula, quien, semanalmente y desde los diferentes pueblos que ocupaban los realistas, impri– mía diatribas y sandeces contra los patriotas; La Cotorra, semanario político del que alguna vez alguien dijo que su único acierto fue llevar el nombre de un animal que habla mucho sin concierto ni unidad y que repite mallo que oye o le enseñan; La Gaceta del Gobierno de Lima Independiente, periódico oficial trisemanal; El Imparcial, semanario político bien escrito y mejor medi– tado, del cual sólo aparecieron cinco números en los que se habla de la nece– sidad de pensar en los empréstitos extranjeros, se ataca la indolencia que se Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.20, 1970
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