Fénix 21, 17-24
24 FENIX En su optimismo se felicitaba Llano Zapala: "Con que estos señores, que son los miembros principales de aquella sabia escuela, si no es ya cada uno to– do el cuerpo que lo ilnstra o la cabeza que lo anima, concurran al fomento de esta biblioteca, será su ejemplo un eficaz despertador que aliente la emula– ción de los demás". Hasta sitio para instalarla había previsto: el mismo en que años después, en época del Virrey Amat, sirviera de albergue a los libros incautados a los jesuitas, esto es, la sala que servía para los exámenes y juntas secretas. y como colofón de estos deshilvanados renglones, no omitiremos una re– ferencia a la gomia que hoy como antaño, por falta de elementales virtudes cívicas, es uno de los flagelos que se abate sobre la Biblioteca Nacional: la de– predación de sus fondos. Un "librero lastimado de estos hurtos" de entonces estampa la denuncia de que los cajoneros dc ribera y pulperos destruían las mejo– res bibliotecas de la ciudad, envolviendo especerías en los libros excelentes que compraban a cualquiera que los robaba (21). Nil noui sub sale . . . 21 El Investigador del Perú. Lima, J lleves 4 de Agosto de 1814, número 35.. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971
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