Fénix 21, 44-57
"i\I\HL\:'\O ,fOSE DE \RCE 55 calcular las depredaciones pero todo induce a creer que ellas fueron cuantiosas si consideramos que inicialmente según nuestros cálculos los fondos pudieron llegar a los 100,000 "volúmenes y que después de esos aciagos días. se calcularon las existencias en 15,000 volúmenes, Además, es poco probable que pudiera recuperarse mucho de lo sustraído la primera vez no obstante el bando del prefecto Tomás Guido (publicado en la Gaceta del Gohierno de Lima, N? 49, de 19 de julio de 1823). Podemos imaginar la congoja o la indignación de Arce cuando recibió la noticia en– contrándose ausente en Trujillo (junio de 1823 )y la segunda vez en Santiago de Chile (febrero de 1824,), de que la Biblioteca había sido saqueada y llevada o dispersada como fruto de botín de gucrra. Pero de otro lado, hay constan– cia de su diligencia posterior para tratar de salvar algunos volúmenes en poder de particulares y es sin duda Arce quien inspira los avisos oficiales que aparecen en la misma Gaceta y que señalan la importancia y alto número de libros sus– traídos: "Faltan muchas y preciosas obras de la Biblioteca Nacional y siendo preciso tomar las medidas necesarias para que se restituyan; todos los individuos que tengan libros pertenecientes a ese estableci– miento vendidos por los españoles o adquiridos de cualquier modo quc no sea por enagenación del gobierno, los entregarán al Ministro de Cobierno, sin escusa alguna, bajo pena de quinientos pesos al que los retuviese, infringiendo esta orden" (12). "La Biblioteca en esta capital sufrió una suerte igual a la de Alejandría. Los españoles, ya que no llevaron en la mano la tea de los bárbaros, la destruyeron en su mejor parte, .. Pero este estable– cimiento monumento precioso, creado por el genio de la razón, ha sido uno de los objetos porque más se ha desvelado S. E. el Consejo de Gobierno, hasta llegar a término de repararlo, y proporcionar too dos los medios de restituirle su antiguo esplendor, . ," (1:'.). Fueron esos tal vez sus últimos trabajos como bibliotecario: restaurar el establecimiento, restituirle el anterior "esplendor" con que se había iniciado, procurar la devolución de los volúmenes que se encontraban ocultos, incitar a la colaboración pública para lograr su fin cultural. En ese último aviso, pudo ya anunciar que la Biblioteca había sido puesta de nuevo al servicio del público lector. 12 Gaceta del Gobierno de Lima, N'! 42, 8 de mayo de 182,3, 13 Gaceta del Gobierno de Lima, N? ::;4, 12 de junio de 182::;. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971
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