Fénix 21, 44-57
50 FENIX tica", en su notable oracron pronunciada para celebrar la Jura del Estatuto Provisorio del Protectorado, el 11 de octubre de 1821 e). En el seno de las discusiones de la "Sociedad Patriótica" a comienzos de 1822, Arce se enfrenta al clérigo José Ignacio Moreno, "el solitario de Hua– cho", quien allí y afuera desde su periódico El Vindicador, abogaba por la forma monárquica de gobicrno, haciendo el juego a los propósitos de San Mar– tín y de Monteagudo ["}. En tanto, el otro prohombre dc la gloriosa "gene– ración de la Independencia", José Faustino Sánehez Carrión, "el solitario de Sayán" dentro y fuera de su notable periódico La Abe]« republicana ahogaba con sólidos argumentos a favor de la forma de gobierno republicano. Pero quien se enfrenta, cara a cara, a Moreno y quien lo derrota dentro del recinto de la "Sociedad Patriótica", es Arce. A comienzos de 1822, San Martín delegó el Mando Supremo en el Marqués de Tone Tagle y se alejó de Lima en procura de Bolívar. Entre las disposiciones que dejó en cartera para que su reemplazante las hiciera efectivas, estuvo la del nombramiento de Mariano José de Arce para dirigir la Biblioteca Nacional con el título de Primer Bibliotecario. El nomhramicnto de Arce consta en varias disposiciones sucesivas: el Decreto de r, de febrero de 1822, suscrito por el Su– premo Delegado Torre Tagle, el Decreto confirmatorio de marzo de 1822 y el Decreto Reglamentario de 31 de agosto del mismo año suscrito por San Mar– tín, que ya se había reintcgrado a la capital. Estas disposiciones se dietaron para poner en ejecución el Decreto Supremo de Establecimiento de la Biblio– teca Nacional, quc se había dictado el 28 de agosto de 1821 suscrito por el General José de San Martín y refrendado por el Ministro de Estado en el des– paeho de Relaciones Exteriores, el gran americano, natural de Cartagena de lu– dias, don Juan García del Río e). El establecimiento, creación o fundación de la Biblioteca respondía a una antigua inquietud intelectual que había alen– tado desde su juventud el General don José de San Martín, ya expresada desde que fundara el mismo establecimiento en Santiago de Chile, en cuya oportunidad pronunció una frase inmortal: "los libros forman la esencia de los hombres li– bres". Para esa tarea de formar la casa de los libros y de estructurar el cstahleci– miento destinado a forjar y difundir a la par que el saber, los elementos de la libertad de pensamiento y de opinión, fue escogido Mariano José de Ar– ce. Tenía títulos sobrados para ello pues no solamente se había definido co– mo un prócer que había arriesgado su vida y ofrendado su pensamiento y :) Mariano José de Arce. Oración/ pron unciada.' el día g de octubre/ en celebridad del juramento/ del Estatuto/ Provisorio del Perú/ por", Lima, Imp. de Peña, Rño de 1821. 15 págs. (, Aetas de la Sociedad Patriótica. En El Sol del Perú. N~s. 1-]0, marzo-junio, 1822. Alberto Tauro. "La fundación de la Biblioteca Nacional", En Annario Bibliográfico 'Peruano de 1948, Lima, 1951, pp. 9·4]. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx