Fénix 21, 62-74
"UEVA\C1TALTlH!l nr: VIGIL 71 El Concilio del Vaticano proclamó cn 1370 el dogma de la infalibilidad del Papa. Vigil emitió un enérgico y razonado voto en contra de este dogma en (~I diario El Comercio de Lima; y a propósito de él. envió a Pío IX. con fecha 13 de setiembre de 1870 su tercera carta una vez más en latín y en castella– no Al año siguiente. 1871, editó el opúsculo Roma en homenaje a Italia y a su unidad nacional y en desacuerdo con el poder temporal del Romano Pon– tífice. Ese mismo año de 1871 publicó cn la imprenta de El Comercio y en vo– lumen separado sus tres cartas al Papa. La primera, escrita con motivo de la conde– nación de la Defensa de la autoridad de los gobiernos contra las pretensiones de la Curia Romana con un análisis del Breve a ella referente obra que ya había tenido ediciones anteriores en 1851. 1852 Y 1857. La segunda, antes no conocida, después de las penas idénticas impuestas al iVlanual de Derecho Público Ecle– siástico y a los Diálogos sobre la existencia de Dios y de la vida futura. La ter– cera y más reciente, a consecuencia de haberse definido el dogma de la infa– libilidad del Romano Pontífice, acompañada de un escrito sobre la misma ma– teria que en esta oportunidad aumentó considerablemente. Este libro llegó a te– ner 220 páginas y reflejó las intensas controversias de aquellos días, Al final de su vida. llegó a profesar un absoluto racionalismo y se alejó totalmente de la Iglesia y de todos sus dogmas aunque se declaró "siempre cris– tiano porque el Evangelio es la religión de todo hombre de bien, pero como es– taba en la cabeza y en el corazón de Jesucristo". Esta última fase de su evo– lución intelectual que permaneció inédita, no debe hacer olvidar la vasta obra que llegó a editar entre 1848 y 1871. Las informaciones en las Guías correspondientes a 1872 y a 1873 se limi– taron a una relación nominal de los escasos funcionarios que continuaban sir– viendo a la Biblioteca Nacional. Además del director, en ella trabajaban el ofi– eial conservador Manuel Calderón. el amanuense Alejo Palomeque, un portero y un sirviente e), El sueldo del director seguía siendo cien pesos mensuales. Falleció Vigil el 9 de junio de 1875. Tenía poeo menos de ochenta y tres años, pues nació en Taena el 13 de Setiembre de 1792. Hasta el último de sus días siguió como Director de la Biblioteca, es decir se mantuvo en ese cargo du– rante treinta años. Para él no hubo jubilación por límite de edad. Las dicta– duras y las turbulencias que presenció lo respetaron; él tampoco renunció ante ellas como lo hizo Manuel González Prada al producirse el golpe de Estado del 15 de mayo de 1914 para volver en 1915, bajo la Presidencia constitucional de José Pardo, al empleo público para el que fuera nombrado en 1912. Hemos presentado una síntesis somera en exceso acerca de algunas de las 9 Guía de 1873 p. 136, Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971
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