Fénix 21, [88-183]
3 ~~ta, l::xí~'(' con fuerza la rccorwpensa. Mí villa ya no es mía decía Ca.. tUf} , cuaudo la Patr.ia la pide: fué don suyo) ella la fomentó y prote– g'w, y gllsto~'? reslg'no en SIl mano el luismo presente que me hizo. A las aunas ciudadanos : no durmamos el sueño de los esclavos con la ?lllhriag-llI'Z cid IIIW\'O júbilo, mientras que nuestros encmiaos aun nos lIhultalt dest\e el Callao" y el ,exército de esos vandidos lfo!\ prepara n..a!l pesadas cadenas. ¡Cual serta lluestraslIerte si Volviese de nuevo a profanar este suelo? Si íué tan perverso cuando, baxo la fementida nHJ.::;– ("Hit de amistad, IIOS brindaba Sil amparo, ¡, cuales serían sus excesos ahora , ~i vol viese co.m? cuemig~ á v~llgar 'lUS agravio~~ í Quién pudio– ra cvadlr~c de su furia i Perecerían Vilmente en los cadalsos los que la suerte [ihrase de sus pri meros impulsos, resto infelis del hierro y de las llamas. Tú 11.'ismo, ¡ óscxo herrnoso l tú mismo servirías de pasto a su encono brutal: tus atractivos te serían débil reparo, y tus cadáveres a!.lIonto.l!ados sobre los de tus e!iiposo~ é hijos j exhalarían el último SI1S" piro. Yirtuosas doncellas: armad con vuestras manos a vuestros defen– soros. Si la naturaleza os hizo débiles é incapaces de sufrir las fatizaa de la guerra, os recompensó con el imperio que. os dió sobre los ho'='m– hrcs iuas fuertes. El amor que inspiráis es el estímulo mas poderoso de las pasiones. Este excite el entusiasmo de la juventud guerrera: éste encienda cn SIlS pechos el inextinguible amor' de la Patria, Sean vues– tras gracias el premio del valor, como en los tiempos felices de la Gre– cia la hr-rmosura era el premio de los vencedores. Ya el fallo está pronunciado. No hay medio: ó marchar intré– pidos hasta consumar con honor la grande obra de la nácieute Líber– tal! , Ó perecer con vileza baxo el cuchillo de nuestros asesinos. Lé– Xos de I1Ü!lotro:5 los pasados placeres y el ócio : todo respire el apara.. lo marcial. Hasta tI ue 110 exista en nuestro suelo uno solo de esos cobar– bardes , 110 dcxémos las afilias de la mano. Corramos á las banderas del HEI~08 LIBERTADOR: ellas acostumbradas tantas veces a la victoria no" enseñarán el camino. Tiemblen los tiranos a la vista de 105 que han despreciado : tiemblen ahora que la Libertad y la Patria arman su brazo. Cuando sepan las provincias del Perú que su capital ha jurado la Inde– pendencia, segnirán nuestro exemplo , y esas hordas de bárbaros no ha– lhuán terreno que las sostel1g,L Apresuraos pueblos infelices a uniros a. HIlCS! ra cansa: pongamos de una ves término á esa guerra asoladora que la Espaiia misma desaprueba. Un puñado de hombres inmorales la sostie– nen por opilarse de vuestros tesoros l y IlO derraman mas sangre que la Americana> arruando cobardemente incautos mercenarios contra sus mismos hermanos, La Libertad, qne en otras partes ha costado rauda– les inmensos de sailg-re, no ha costado a Lima una sola gota, Gracias á la mavnanimidad de los héroes libertadores: pero á nosotros toca el conservar y sellar con nuestros esfuersos este don precioso del Cielo. No se trepa a la escarpada cima de la sagrada montaña, adonde e'lá si– tuado el templo augusto de la libertad l sino después de muchos afanes y ;trabajos , y est~ solo reservado a las almas grandes j el vencer 10\in– numerables obstáculos q!le retardan su marcha ¡ pero en llegando a la afortunada cumbre, baxo sus augustas bóvedas, reposan ~~ abundancia y la paz. Allí la Patria enjuga el honroso sudor de sus hIJOS J Y corona sus sienes con el laurel inmortal de la victoria. . . Americanos: sea nuestra feliz revolucion el modelo de la mode– racion y energfa. Sirva de ~xemplo a las dema~ n~ciones que esta o peo" dientes de estos grandes é inesperados acontecímientcs. Marche el 1101· Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx